Hace un año que me embarqué en esta aventura de escribir un blog para esta revista. La verdad es que ha sido todo un reto para mí. Nunca había hecho algo así y enfrentarme cada semana a un folio en blanco no ha sido fácil. Solo espero que os haya gustado, emocionado, divertido y, sobre todo, que os haya hecho conocerme un poco mejor. Cada semana he querido mostrar mis sentimientos y emociones de cada tema que os he hablado. Cosas personales, preocupaciones, inquietudes, hasta asuntos profesionales. Si hago balance, os confieso que estoy satisfecha y espero que vosotros también lo estéis y que eso me ayude a seguir mejorando cada semana. No es lo mismo escribir, porque al final el peso que tiene algo escrito para mí siempre es mayor. Como bien sabéis, yo trabajo en un medio audiovisual, pero no es igual que yo cuente algo en pantalla a que se quede aquí escrito. En papel todo tiene un peso mayor y tiene más valor. Os conté el conflicto familiar que duró más tiempo de lo deseado, os hablé de mis sentimientos al ver la docuserie de mi hermana Rocío Carrasco, incluso cómo viví la marcha de los directores de ‘Sálvame’ y de Carlota Corredera. Hoy, me encuentro en la sierra, en casa de unos amigos sentada en el jardín, oliendo la naturaleza, y tengo un sentimiento de paz.