La semana pasada hablo con mi hermana y me cuenta que va a ir al ‘Deluxe’ para hacer una entrevista y digo: “¡Madre mía! ¿Y ahora qué va a pasar?”. Entiendo que vaya. Faltaría más que tuviera que pedirme permiso para ir, pero a la vez me asusta porque necesito un poco de tranquilidad en mi vida en estos momentos. Todavía tengo demasiado dolor acumulado. Menudo viernes pasé desde las seis de la tarde: primero el sufrimiento del partido de España contra Suiza. Prórroga, penaltis y luego el Bélgica-Italia.