El final de fiesta de la reina Letizia ha sido apoteósico. Hay que rendirse a la evidencia: ella es la que concita todas las miradas, y sus hijas y su marido no son más que elementos secundarios en la gran puesta en escena de este verano. ¡La reina está ‘on fire’! ¡En estado de gracia! Ha conseguido que la prensa se rinda a sus pies y cada día los elogios son mayores en una espiral ascendente que no sabemos cuándo alcanzará su techo. Ese paseo mañanero por la zona comercial del centro de Palma, el pasado miércoles, nos dejó a todos boquiabiertos. Las princesas son guapas, educadas y parecen simpáticas y si digo “parecen” es porque hasta el momento nadie ha podido conversar con ellas. El Rey siempre está correcto, sonríe amablemente, es considerado y atento con la gente. Pero la que destacaba, como siempre, era la reina Letizia.