Dos horas cenando y no intercambiaron ni una caricia, ni una miradita, ni un beso, ni un gesto cómplice… ¡Makoke y Tony Spina! Fue en el restaurante Nuba de Barcelona, en la mesa central –la redonda–, y una observadora periodista que cenaba a su lado me contó que “estaba también el marido de Mireia Canalda. Eran seis en total, todos muy jóvenes, excepto Makoke. Tenían aire divertido, como de raperos, uno llevaba la gorra del revés. Iban en plan colega, Makoke y Tony, que estaban sentados juntos, ni se miraban, créeme, Pilar, ¡era como si estuvieran enfadados!”. Y añade: “Eso que Makoke iba espectacular, con una minifalda de cuero negro. Pero él, nada, no la tocaba ni con un palo. Ella, tiesa, ¡indiferencia total entre los dos!”. Madre mía, ¿estaremos ante su primera pelea de enamorados?