Hoy me he levantado y me he dicho, venga, hombre, vamos a dar una exclusiva. Tal cual, por la patilla. Risto Meijide. Que se nos casa, y sé que el hecho de que salga esta noticia en una revista del corazón le va a sentar como una patada en el hígado, pero así es la vida. Pues sí, se casa ya ese malote por excelencia de nuestra tele, que surgió como un vendaval de un talent show en el que ejercía como jurado, y que desde entonces no ha dejado de crecer, convirtiéndose, no en un triunfito, sino en un triunfote con todas las letras. En programas de entrevistas, en los que maneja los silencios con la maestría de El Loco de la Colina, con libros que venden por un tubo, en columnas leídas casi tanto como ésta (¡no tengo abuela!). Pues a lo que iba, ¡se nos casa! La parte contraria es la dulce ninfa de 20 años recién cumplidos Laura Escanes, estudiante de periodismo, youtuber y modelo ocasional, que ya está hablando con Rosa Clará para elegir traje. Nadie daba ni ese mítico duro por la relación, en la que hay una diferencia de edad de veinte años, pero todos nos equivocábamos y Risto le dice a su novia en público cosas tan bonitas como “me descubro sufriendo cuando no estás, eres un arma de seducción pasiva, ¡me vuelves loco sin necesidad siquiera de pestañear!”. Aun así, me cuenta un amigo suyo que “al contrario de las apariencias, lo que les une es el coco privilegiado que tienen ambos…”Va, Risto, pillín, que el hecho de que Laura sea joven e impresionantemente guapa habrá influido un poco, pero en realidad, qué sé yo.