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¡Cogidas de la mano! ¡La reina Sofía y su nieta Leonor en Palma, a la salida del restaurante Ola de Mar! No se las ve nunca juntas y tienen muy poco trato, recordemos el lamento angustiado de doña Sofía a uno de sus primos alemanes hace algunos años: “¡No me dejan verlas! ¡A mis nietas! ¡Viven a cien metros de mi casa y no me dejan verlas!”. Cuando quería visitarlas, debía avisar con antelación y, como es lógico, el contacto se fue perdiendo con los años hasta el punto de que pasan meses enteros sin verse. ¡Pero si van a cenar se cogen de la mano!