Pilar Eyre

Pilar Eyre

Mónica Hoyos

Mónica Hoyos, me parecías ladina, soberbia y despechada

Te tengo manía. No me has gustado nunca. Me parecías ladina, soberbia y despechada. Sí, pero…

He cambiado de opinión, pero no gracias a ti, sino a tus enemigos. Donde antes veía una mujer rencorosa, ahora veo un ser con infinita paciencia. Donde antes leía arrogancia, ahora leo educación. Lo que antes juzgaba hipocresía, ahora, discreción. Porque, vamos a ver, aparte de tu enfrentamiento con los que ya sabemos, ¿conocemos algo de ti?, ¿dónde vives, con quién?, ¿qué haces? O algún detalle menor sobre tu hija, ¡que no sé cómo se llama siquiera! Creo que eso te honra, querida Mónica, y de verdad que nunca iba a suponer que antepondría la palabra ‘querida’ a tu nombre. Sé que estos días estás pasándolo mal, pero, si te sirve de algo, te diré que hay muchos que piensan como yo. ‘Cienes y cienes’.