Las dos mujeres sufrieron una campaña denigratoria similar: se criticaban su forma de vestir y sus modales, se hacían alusiones al abuelo taxista de Letizia y al padre de Meghan... ¡Ellas eran harpías y ellos calzonazos! Ahora se revelan injustas las críticas.
Semejanzas
Divorciadas
Meghan Markle y el productor Trevor Engelson se casaban en 2011, en Jamaica. Letizia lo había hecho en 1998, en Almendralejo, con su novio desde la adolescencia, Alonso Guerrero. Cuando Felipe comunicó a sus padres de forma tajante que iba a contraer matrimonio con una periodista que ya había estado casada hubo unos segundos de tenso silencio, hasta que el padre preguntó: “¿Por la Iglesia?”. Cuando Felipe dijo que no, se tranquilizaron y ya no pusieron más pegas, recordando que la última novia formal del príncipe había sido una modelo noruega de ropa interior. En el caso de Meghan, había tantos inconvenientes –mestiza, actriz, con familia problemática– que el hecho de que hubiera tenido ya marido carecía de importancia, además de que el padre de Harry, Carlos, también estaba casado con una mujer divorciada.
Feministas
Letizia, cuando volvió de México, fue a comer con un amigo a casa de un influyente periodista que le insinuó que, si quería conseguir un puesto en televisión, tenía que ser cariñosa con él. Huyó asqueada y le comentó al amigo: “¿Ves? Por estas mierdas hay que ser feminista”. Meghan, antes de casarse, intervino en una campaña sobre los derechos de la mujery es, además, una abanderada del movimiento #MeToo.
El misterio de su noviazgo
Ambas encontraron a sus príncipes de forma enigmática, porque la versión de que Letizia conoció a Felipe en casa de Erquicia no deja de ser un cuento de hadas. Meghan también explica de formas distintas cómo conoció a Harry. Lo cierto es que ambos noviazgos duraron más tiempo del que creíamos (en el caso de Letizia empezó tres años antes de la boda) y consiguieron llevarlos en secreto. Tanto Harry como Felipe provienen de familias desestructuradas con mucha falta de afecto, se enamoraron locamente de sus novias y fueron ellas las que albergaban dudas acerca de seguir adelante con la relación.
Operación de acoso y derribo
Las dos mujeres sufrieron una campaña denigratoria similar: se criticaban su forma de vestir y sus modales, se hacían alusiones al abuelo taxista de Letizia y al padre de Meghan... ¡Ellas eran harpías y ellos calzonazos! Ahora se revelan injustas las críticas, las dirigidas a Letizia por lo menos, porque sabemos que se cultivaban y se permitían para ocultar el comportamiento errático y poco ejemplar de su suegro.
Retoques estéticos
Ambas mujeres, guapísimas, conocen el poder de la imagen y, además, les gusta gustar. También ambas se han sometido a operaciones de nariz y han dado volumen a sus pómulos. Meghan tiene el pelo tan rizado que hay quienes piensan que la exactriz luce una variada colección de pelucas de pelo liso, mientras que se sospecha que Letizia lleva un postizo en la parte posterior de la cabeza.
DIFERENCIAS
Protocolo
Meghan afirma que nadie le habló de la familia real o el protocolo. Letizia conocía, como es natural, todo acerca de la familia reinante en España (“¿Otra vez hablando del principito?”, protestaba) y dónde se metía. Seis meses antes de la boda se fue a vivir con su novio y fue adiestrada por un equipo de cuatro personas a las órdenes del duque de Abrantes. El día de la ceremonia, los ayudantes la llamaban “Letizia” y, cuando salió de la iglesia, “Alteza”, pero ella no movió ni una pestaña.
Suegras
Mientras que Meghan admira (o finge admirar) a Lady Di, a quien los hijos tienen mitificada, ya que es su único referente familiar y además está muerta (lo que resulta bastante cómodo), Letizia debe apechugar con una suegra que es símbolo nacional, nadie sabe muy bien por qué, y está viva y bien viva. Mientras que Meghan puede afirmar tranquilamente: “Lady Di nos apoyaría”, pues sabe que no va a protestar, Letizia ha tenido que aguantar en silencio las torpezas bienintencionadas (o no) de Sofía durante 17 años con una sonrisa en los labios.
Medios
Criada en la cultura exhibicionista de los americanos, desde el inicio Meghan confió en los periodistas amigos, lo que al final ha desembocado en la entrevista de Oprah, donde cuenta intimidades y critica a la familia de su marido hasta límites difíciles de entender para un europeo. Es curioso que Letizia, que es periodista, jamás ha dado una entrevista, y su grupo de amigas cada vez es más reducido, pues, a la que sospecha que alguna se ha ido de la lengua, es borrada de su agenda ‘ipso facto’.
Animales
Meghan adora a los animales, tiene dos perros de refugio, gallinas rescatadas de un matadero industrial, odia la caza e inculca ese amor en su hijo. Letizia echó al perro de Felipe de la Zarzuela; Peñafiel apunta que posiblemente se perdió en los montes del Pardo y fue devorado por alguna alimaña. Y, según cuentan, caza, pero en secreto.
Tragedia
Meghan habla de la tragedia y el infierno que vivió este año y medio, de sus pensamientos suicidas... La verdadera tragedia la vivió Letizia el día en que murió su hermana y la forma en que lo hizo. En el interior de la iglesia donde se celebraba el funeral, el exnovio de Erika le gritó a Juan Carlos: “¡Vosotros la habéis matado!”. Una Letizia embarazada y enlutada se tuvo que arrodillar, como desagravio, públicamente delante del Rey, en el que ha sido el día más duro de su vida. Nunca nadie se volvió a referir a este suceso tan desdichado; sin embargo, Meghan gimotea en televisión porque a su hijo no le han dado el título de príncipe.