¡Se vieron! ¡Letizia y Kitín Muñoz! ¡Se encontraron y la romántica que habita en mí quiere pensar que se miraron tiernamente en memoria de los viejos tiempos! Fue el último acto del viaje oficial de los Reyes a Marruecos, en la Biblioteca Nacional de Rabat, una ceremonia a la que acudieron los miembros de la colonia española y, claro, Kitín no podía faltar.
Aventurero, navegante y explorador, vive desde hace diez años en Rabat, es cónsul honorario y su vinculación con la familia real alauita es tal que su hijo se llama Simeón Hassan, por su padrino, el monarca de Marruecos. También don Juan Carlos y doña Sofía apadrinaron una de sus expediciones científicas, además de ser amigo personal de Felipe. ¡Sí, sí, todo es cierto, pero lo que nos interesa es lo otro! ¡Su relación con Letizia!
Cuando nuestra Reina era una periodista de televisión muy mona, separada y libre, le presentaron al atractivo Kitín, entonces soltero y bastante ligón, todo hay que decirlo. Mantuvieron una historia amorosa de un par de meses. ¿Qué posibilidades existen de que los dos miembros plebeyos de una pareja tropiecen con dos príncipes y se casen con ellos? ¡Pues en esta ocasión sucedió lo increíble! Kitín conoció a la princesa Kalina de Bulgaria y Letizia al príncipe Felipe (podría ser incluso que fuera Kitín quien los presentó). Quizás en el momento de saludarse en Rabat, ambos, encumbrados hasta extremos insólitos por sus matrimonios, no pudieron evitar un imperceptible guiño de complicidad, “¡Qué suerte hemos tenido, ‘bro’!”.