Dos cositas para acabar. ¡La mano del bebé de Meghan Markel y Harry está retocada en la imagen oficial del bautizo! Me lo corrobora un fotógrafo amigo, quien me ofrece también una explicación: quizás se ha hecho para que no se advierta la base de las uñas de Archie y así evitar especulaciones morbosas. Y otra: estos ojos que se han de comer la tierra han visto varias veces a la princesa Haya, sí, la repudiada, en el club de Polo de Barcelona, participando en concursos hípicos. Es bajita, con un cutis maravilloso, fuma y viste vaqueros –en uno de estos concursos sorprendí un día llorando en los lavabos a Cayetano Martínez de Irujo, pero ya lo contaré otro día–.