¡Lo sabía! ¡Julio Iglesias lo sabía! ¡Que Javier Santos era su hijo! “Durante veinte años, por lo menos, me ha preguntado por él”, me confiesa un gran amigo del cantante, que es periodista y promotor musical, y valenciano por más señas. “Hablo con Julio a menudo, nos contamos nuestras cosas, sus planes profesionales…”. Y al final de la conversación, siempre se instala un silencio entre los dos amigos. El valenciano permanece a la espera, “porque siempre terminamos igual, Julio carraspea y me pregunta como quien no quiere la cosa: ‘Y el chico ¿cómo está? ¿Necesita algo?”. Y mi confidente, que conoce mucho a Javier, le explica detalles de su vida y de su trabajo. “Cuando se casó, lo llamé para comunicárselo: ‘El chico se ha casado’. Julio me escuchó atentamente, sin interrumpirme, y al final me dijo: ‘Bien, bien…’. Se le notaba emocionado”.
Le pregunto si es cierto que está vendiendo sus propiedades para que sus hijos legítimos no tengan que repartir la herencia con Javier Santos, y se echa a reír desdeñosamente: “No es su estilo. Además de que ya lo tiene muy asumido, y es muy responsable y generoso. ¡Y, además, hay para todos!”. Le comento que a todos nos parece raro que haya anulado los cien conciertos contratados este año para conmemorar sus cincuenta años de carrera, y el amigo se entristece: “No confía en su salud… Teme que su cuerpo no soporte una gira tan larga…”.