Empieza marzo, el mes más cruel para el rey Juan Carlos. Porque hace sesenta y cinco años hirió de muerte accidentalmente a su hermano Alfonso. En el mes de marzo de 1956 desapareció para siempre el resplandor juvenil de los ojos de Juanito y se rompió para siempre la familia. ¡El dolor y la culpa por aquel hecho terrible han sido una pena negra que lo ha acompañado toda su vida! No hace mucho, entró un amigo de la infancia en las habitaciones privadas de Juan Carlos en la Zarzuela y lo sorprendió con una foto de Alfonsito en la mano. Cuando el Rey se giró, el amigo vio que las lágrimas surcaban sus mejillas mientras le decía entrecortadamente: “A nadie he querido como a él”. Quizá esa fotografía es una de las pertenencias que pretendía recoger cuando pidió permiso en febrero para venir unos días a España.