Isabel Pantoja has sido la protagonista del año. Has resurgido de tus cenizas, te has reinventado, y ya nadie se acuerda ni de la cárcel ni de Julián Muñoz ni siquiera de Paquirri. La diva eres tú y solo tú por méritos propios.
Sí, pero…
¿Qué pasa, Isabel? Cada vez que creemos que vas a estar en la cumbre de nuevo dando espectáculo, portadas, shows, luces... algo se cruza en tu camino, no sé si una desgracia, la pereza o simplemente miedo. Porque parece que vayas a comerte el mundo ¡y no ocurre nada!
Te refugias en Cantora lejos de las miradas de todos y te rodeas otra vez de hermetismo y misterio. ¡Ese gran paso al estrellato no acabas de darlo nunca y te quedas con el pie en el aire, sin saber si volar o hundirte de nuevo! Ármate de valor, querida niña –porque niña pareces a veces–, y ve a por todas, aquí estamos tus devotos, esperándote.