¿Y los secundarios? ¿Los otros miembros de la familia real? Cristina ha visitado dos veces a su marido Iñaki Urdangarin en Brieva, y la infanta Elena, desde su rifirrafe en la estación de Sevilla, está más cordial que nunca con los periodistas.
En Murcia, donde acudió a la iglesia de Nuestro Padre Jesús para visitar los Salzillos –los pasos de Semana Santa que no pudieron salir en procesión por culpa de la lluvia– saludó simpáticamente al personal. Sin embargo, como Letizia, tampoco pudo evitar las críticas. Con la iglesia abarrotada, se saltó la cola y tuvo trato de favor, ya que la acompañaba una nutrida corte, encabezada por el alcalde, sacerdotes y numerosa seguridad, lo que causó molestia a los fieles. Tampoco se libró su indumentaria. Según un feligrés presente, “iba como para ir al mercado, con una chaqueta informe, pantalones feos, parecía que no se hubiera peinado…y con una especia de bolsa de la compra en la mano”. Y el último y dolorido comentario: “Me dio vergüenza ajena ver como cargos electos y sacerdotes le rendían pleitesía”.