Vaya, pues no estuvo solo. Iñaki Urdangarin pasó su cumpleaños junto a la infanta Cristina, según confirma instituciones penitenciarias al diario El Cierre Digital. Primero entró en Brieva su hermana Ana, con una bolsa de regalos, y por otra puerta y en un coche con los cristales tintados, Cristina. Llevaba una tarta con 51 velitas que se comieron en el cuarto del vis a vis. Fue un aniversario triste. Pregunto si se puede considerar trato de favor, y me contestan que, en días especiales, se suelen conceder visitas extras a los internos que tienen buena conducta. Y el comportamiento de Iñaki no puede ser mejor.
Quizás los tres recordaron la fiesta sorpresa que Cristina le preparó a su marido cuando cumplió 40 años en la casa de Pedralbes, ¡estaban en el momento álgido de sus vidas! Acudieron la reina Sofía, Letizia y Felipe, Elena y cien invitados más, empezando por los griegos y acabando con los Borbón Sicilia (don Juan Carlos estaba en esa época con la amiga entrañable). Fede Sardá ejerció de Dj (el dinero por esta actividad lo entregó a una oenegé) y tuvieron un catering de lujo.
Uno de los camareros me contó que a Letizia se la notaba molesta y solo hablaba con su marido, y que Sofía entró en la cocina para felicitarlos. ¡Acabaron bailando la conga por toda la casa, haciendo el trenecito! Después la familia posó en la puerta. Iñaki mascullaba, encantado: “Ha sido una encerrona” y los fotógrafos sonreían bonachonamente, porque estaban en el ajo y la infanta les había pedido discreción. Aquella puerta ha sido sustituida ahora por una lona negra, en el jardín hay un inmenso agujero, y es que la casa, que vendieron hace tres años por casi siete millones de euros, lleva en obras desde hace once meses. Solo siguen en pie los pinos del jardín, donde ese día de fiesta colgaron los farolillos.