Vaya. El 10 de septiembre Julio Iglesias tenía el primero de esos únicos cinco recitales programados este año, en el que debía haber realizado una gira monstruo por todo el mundo para celebrar sus cincuenta años en la música. Iba a celebrarse en Taskent, Uzbekistán, en el estadio Istiqlol, donde va su hijo Enrique en diciembre, por cierto. A pesar de que su presencia en el país había generado mucha expectación, ya que Julio es tan popular que hasta tuvo un ‘bromance’ con la hija del anterior presidente, hoy el concierto ha desaparecido de la programación. Veremos qué pasa con los cuatro de octubre, dos en Dubái, uno en Tel Aviv y el último en Moscú. Sigue habiendo gran secretismo en torno a la salud de nuestro Julio. Aunque se ha dicho que está en Ojén, descansando con su familia y haciendo vida normal, la verdad es que sus amigos, con los que solía reunirse todos los veranos, no solamente no lo han visto, ¡sino que no han conseguido ni siquiera hablar con él por teléfono! Tampoco accede a entrevistas, ni a sesiones de fotos. La respuesta, cuando llamas, siempre es muy educada, con la misma voz femenina de acento sudamericano: “El señor no se encuentra”. Se oyen voces de niños al fondo, ruido de vajilla, ladridos de perros… Pero el señor no se encuentra.