Al escolta de Letizia se le 'escapó' la primicia sobre el vestido de su boda

Letizia

Hace quince años, yo colaboraba con Jordi González en una televisión catalana. Mi sección iba de madrugada y siempre cenaba en La Vaquería. Una noche se acercó un amigo y me presentó a su acompañante: “Ha venido a Barcelona a trabajar”. Añadió en voz baja: “Es el escolta de Letizia, la que va a casarse con el príncipe”. Se me puso el pelo de punta, pero intenté disimular: “¿Y qué hace aquí?”. Y mi amigo contestó: “La acompaña al modisto”. ¿Cómo? Si todo el país estaba pendiente de quién iba a hacer el traje de boda. ¡Las revistas ofrecían fortunas por esa información! ¡Era la primicia del siglo! Con voz estrangulada, pregunté qué modisto era ese. “Uno que está en la Diagonal…”. Lo agarré por las solapas, rugí: “¿Pertegaz?”. Mi amigo se empequeñeció: “Sí”. Abordé al escolta, ajeno a todo, y decidí proceder con sutileza: “Qué bajito es Pertegaz, ¿no?”, a lo que respondió con inocencia: “No sé, nosotros esperamos abajo”. Lo tenía, ¡lo tenía!