El día 2 de mayo hubiera cumplido 65 años! Carmen Ordóñez Dominguín, a quien la prensa llamaba Carmina Ordóñez, hoy sería una señora que podría salir a pasear en la franja de 6 a 10 de la mañana y de 8 a 11 de la noche y que, estoy segura, conservaría intacta su legendaria belleza. Cuando la conocí, en casa de sus padres en Ronda, su hermana Belén me había advertido: “¿Tú sabes Sofía Loren, la virgen de la Macarena, la emperatriz Soraya y Ava Gardner? Pues mi hermana, más”. Cuando llegó en un coche destartalado, con sus dos niños, en medio de una nube de polvo, me quedé sin respiración.

Era una belleza sin artificios, con la piel marfileña levemente azulada debajo de los ojos negrísimos y los labios muy rojos y sensuales, como si se los hubiera mordido. Llevaba el pelo medio recogido y parecía una beldad antigua de calendario.