¿Qué? ¿Cómo? ¿Que María Teresa Campos ha roto con Bigote Arrocet? ¡Falsa alarma, amigos! ¡Es mentira! Edmundo ha estado al lado de Teresa desde que salió de ‘Supervivientes’, veinticuatro horas diarias, poniendo humor en una relación que no siempre ha sido fácil, porque ella, como todas las mujeres interesantes, tiene el carácter muy fuerte.
Si ahora se ha ido un mes es porque no puede tener más tiempo desatendidos sus negocios en Chile. Una ausencia que preocupa a sus hijas en este delicado momento. No solo por la doble mastectomía de Terelu, sino porque Teresa acusa ciertas molestias derivadas del ictus que padeció el año pasado, sobre todo un fastidioso acúfeno (ya saben, pitidos en el oído) y algunos mareos. Y les preocupa tanto que le han pedido a su gran amiga Belén Ro que se traslade a casa de mamá estos días para acompañarla. Una casa, por cierto, que sigue siendo suya, aunque ya ha recibido las arras de una posible venta.
Pero no hay un reproche para Edmundo. Las hijas opinan que es la mejor pareja que ha tenido: “Es buena persona, alegre, siempre tiene una broma, un chiste, una canción para levantarle el ánimo a Teresa, que a veces se pone triste porque sigue añorando su trabajo y cree que todavía hay un sitio para ella en televisión”. Su mayor inquietud en estos momentos, de todas formas, es Terelu. La madre no se enteró de cuándo iba a ser intervenida hasta el día antes de decirlo en televisión. No se lo contaron para que no sufriera. Las hijas la protegen tanto que parece como si los papeles se hubieran cambiado y ellas fueran las madres. Aunque Teresa a veces parece que no lo valore (ay, esa escena que muchos presenciaron en un corte de publicidad la última vez que coincidieron en televisión), no hay mejores hijas que ellas.