¡Se cumplen tres meses de la muerte de Arturo Fernández!
Carmen Quesada, su viuda, se rompe: “Hasta ahora, lo aguantaba porque era como si estuviera de gira, ¡pero en septiembre volvía a casa hasta Navidad, y está siendo muy duro!”. Carmen intenta sobreponerse: “Sigo trabajando para Cáritas y trato de organizarme con la casa, pero tengo una tristeza infinita”.
Cuando murió Arturo, los políticos prometieron calles y homenajes… “Yo no sé nada”. A quien corresponda: quien tanto nos hizo disfrutar, merece un reconocimiento. No dejemos que la memoria del primero de nuestros actores, este señor del teatro y de la vida, desaparezca como una raya en el agua. Por favor.