A veces, en sus vacaciones navideñas en el Valle de Arán, la Familia Real iba a cenar a 'Casa Irene', en Arties, y el Rey les decía a sus hijos: “Id a la cocina a besar a Irene”. Luego, las chicas, con la inseparable prima Alexia, se iban pitando a Tiffany’s, donde se quedaban hasta la madrugada. Allí conocieron sus primeros amores. Elena se prendó de uno de sus escoltas, lo que implica su inmediato traslado, y Cristina, de un atractivo monitor. Al principio coincidían con Carmen Martínez Bordiú y Alfonso de Borbón, ya separados, aunque nadie lo sabe aún. Carmen bailaba desatada encima del podio mientras su marido fingía no verla y se mostraba avergonzado. Cristina le daba un beso rápido porque es su padrino, pero el matrimonio no tiene ningún contacto con los reyes, ni siquiera se saludan cuando coinciden en las pistas.