Déjenme poner una nota melancólica a tanto jolgorio veraniego. ¡La pequeña Marijke ha muerto! ¿Que quién es Marijke?Ahora ya no era pequeña y nadie la llamaba Marikje, si no princesa Cristina de Holanda, la hija de la vieja reina Juliana, hermana de Beatriz, tía de Máxima.
Pero había sido protagonista excepcional de la prensa española de su época porque estaba unida en su desgracia a nuestra entrañable infanta Margarita, la hermana de don Juan Carlos, ¡ambas son ciegas de nacimiento y sus respectivas madres, la reina Juliana y doña María de las Mercedes, estuvieron muchos años en contacto compartiendo dolores y esperanzas!
Descartadas las soluciones médicas, doña María se entregó a los brazos de la fe y Juliana cayó en manos de videntes y curanderos. Aún así, doña María convenció a su amiga para que visitara el santuario de Fátima con el fin de pedir un milagro, en el treinta aniversario de las apariciones.
Al final, Juliana, de religión protestante, no se atrevió a asistir, pero sí envió un gran ramo de flores con una nota: “Señora Virgen de Fátima, ruega por Marijke”. El diario ABC dio cuenta de ese detalle, añadiendo que “la condesa de Barcelona acudió con la menor de sus hijas para pedirle a la Virgen de Fátima la gracia de iluminar sus dulces ojitos apagados”.
De nada sirvieron las oraciones ni las difíciles y extrañas operaciones a las que se sometió Marijke. Pero mientras nuestra Margot ha tenido una vida feliz y apacible, aquella cieguita tan popular en las revistas españolas ha sido muy desgraciada.