Las joyas de la familia real española conocen perfectamente el camino de las salas de subastas de toda Europa. Tita Cervera compró un ‘corsage’ de brillantes que había sido de la reina Cristina, el millonario Antenor Patiño se quedó con la cruz de esmeraldas y no olvidemos la fabulosa pulsera de brillantes de Corinna, muy parecida a una que llevaba siempre la reina Victoria. Similares a las joyas que suelen lucir las infantas Elena y Cristina son las que se están subastando ahora en Londres, según Vanitatis. Algo normal, ya que ninguna de las dos va a tener ocasión de lucirlas y además se ha acabado el subsidio paterno, aunque tampoco tendrían problemas para conseguir préstamos en los bancos, siendo como son herederas legales de su padre y su inmensa fortuna.