El Supremo confirma las penas de las gemelas de Sabadell, por Mayka Navarro

MAYKA NAVARRO
Mayka Navarro

Periodista especializada en sucesos y en ‘true crime’

Pocas veces tenemos la oportunidad de escuchar en boca de sus protagonistas la preparación de un crimen. Esas conversaciones previas a un asesinato en las que, también esta vez, la realidad supera el ingenio de cualquier guionista de suspense.

Las gemelas Dolores y Pilar Vázquez Alarcón, junto con la pareja de la última, Isaac Gil González, mataron presuntamente a Pedro Fernández López la madrugada del 10 de julio del 2021. Le golpearon hasta en doce ocasiones en la cabeza con una pata de cabra que le destrozó el cráneo, sin que la víctima tuviera capacidad de defensa o reacción.

Un crimen terrible que se juzgará en la Audiencia de Barcelona, ante un jurado popular.” Así arrancaba en el número de Lecturas del 22 de febrero del 2023, la primera de las crónicas de esta sección de sucesos, o como ustedes prefieran llamarle. Las gemelas de Sabadell fueron juzgadas, defendieron en la sala su inocencia y acusaron a la víctima de malos tratos, mientras que el hombre que compartió con ellas banquillo aseguró que había golpeado a Pedro Fernández en defensa propia.

Sus argumentos no convencieron al jurado popular que les declaró a los tres culpables por unanimidad. El tribunal les condenó a 16 y 20 años a ellas, con una pena más alta por agravante de parentesco para Dolores, que era pareja de la víctima, y a 17 años al cuñado.

Penas elevadas

La sentencia fue recurrida por todas las partes. Y aunque es muy infrecuente en un procedimiento de jurado, la Sala de Apelación Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya modificó la sentencia en detrimento de los condenados. El nuevo tribunal atendió el recurso presentado por la familia, concretamente por la hija de Pedro Fernández, y corrigió y elevó las penas a 23 años para Dolores, 20 para Pilar y otros 20 para Isaac.

Los abogados de los tres condenados no se quedaron de brazos cruzados y siguieron peleando en los tribunales. Alegaron indefensión, vulneración de los derechos a un proceso con todas las garantías y presentaron recurso de casación en el Tribunal Supremo, que tampoco les ha dado la razón y ha confirmado las penas, cerrando ahora ya el periplo judicial del caso, para tranquilidad de la familia de la víctima.

La Sala de lo Penal del Supremo considera que existe una “precisa actividad probatoria” contra los tres. No opina igual la abogada de Dolores, Mireia Gómez, que tanto en el juicio como en la vista de apelación realizó una más que impecable defensa de la inocencia de su clienta, que hoy en día mantiene pese a todo con firmeza. La letrada sabía que iba a ser difícil conseguir un resultado diferente del alto tribunal, pero mantuvo la fe y la confianza hasta el final. “Mi clienta ha sido arrastrada por un mensaje de la hermana. No hay más prueba contra ella”, insiste pese a todo.

Un plan preconcebido

El audio de voz al que se refiere era entre Pilar e Isaac. La mujer advertía a su pareja que del viernes “no podía pasar” y que su hermana estaba de acuerdo. Pese a todo la abogada se entrevistó esta semana con su clienta en prisión y le comunicó su decisión de terminar definitivamente con el caso.

La víctima falleció tras recibir una docena de golpes con una palanca metálica. Fue Isaac quien se los propinó. Después, con la participación de las gemelas, trató de eliminar las pruebas. Ambas ayudaron a envolver el cadáver en una manta y limpiaron el rellano de la escalera, donde Isaac remató a Pedro. Luego volvieron a la vivienda de Dolores y prosiguieron con las tareas de limpieza, hasta que llegaron los Mossos d’Esquadra, alertados por los vecinos.

Uno de ellos captó a los tres realizando las tareas de limpieza, que grabó con su móvil desde la mirilla de su piso. Durante el juicio, celebrado en octubre de 2023, los acusados negaron haber planeado el asesinato e incluso apuntaron que el móvil fueron los malos tratos que la víctima infligía a Dolores. Extremo que rechazó el jurado y que descartó también la Sala de Apelación.

Sí hubo premeditación para matar a Pedro, como prueban los mensajes de WhatsAapp que intercambiaron Pilar e Isaac los días previos, y en los que el autor material habló de una pistola táser y sugirió dormir a la víctima con cloroformo. También fijaron la fecha: el 10 de julio de 2021, cuando Dolores escribió a su pareja para recordarle que esa noche dormirían “juntitos”. La sentencia consideró probado que fue el señuelo para asegurarse de que estaría en el piso de ella, donde poder llevar a cabo el “plan preconcebido” para quitarle la vida.

Grabados en el acto

El crimen ocurrió en Sabadell y no tuvo repercusión hasta que durante la instrucción salieron a la luz los vídeos grabados por el vecino del inmueble a través de la mirilla. En las imágenes se veía al autor material del crimen apaleando, pateando y pasando por encima del cuerpo sin vida de la víctima, sin ningún tipo de escrúpulos ni miramientos.

Los audios hallados en los teléfonos móviles de los acusados fueron claves para determinar que el crimen fue planificado. Uno de los mensajes de voz que Pilar envió a Isaac, dos días antes del asesinato, resulta todavía hoy escalofriante. “¡Holi! Cari, he estado hablando con mi hermana por teléfono y está chunga, chunga. Hemos estado hablando… porque ella ya no aguanta más, y es normal… de cómo conseguir cloroformo, cari, para dormirlo y luego… eso. ¿Sabes? Porque de este viernes no quiere que pase ya. Y yo estoy de acuerdo con eso.

Así que, si conseguimos eso para que ella lo duerma y nosotros rematarlo, pues se hace el viernes por la noche. Yo me pido el día personal. No pasa nada. Ya seguimos hablando luego, que voy a salir a comprar. Hasta luegui”.

La familia, representada por el abogado Juan Pagán, que además era buen amigo de la víctima desde la infancia, tuvo un especial interés en despejar cualquier atisbo de duda sobre esos malos tratos que Dolores esgrimió en el juicio y que, en la primera de las sentencias, el tribunal pese admitir que no se probaron, los utilizó como argumento para rebajar las penas y posible móvil del crimen.

La Sala de Apelación del TSJC ya se mostró contundente en la sentencia que ahora ha confirmado el Supremo. “La muerte de Pedro es especialmente dolorosa para su hija y su familia, pero lo es más la pena sugiriendo que es un maltratador”. Y reprochaba a la magistrada ponente, María Jesús Manzano, que se hubiera intentado enturbiar la imagen y la reputación de la víctima mostrándolo como un maltratador cuando, en realidad, Pedro era una persona “bondadosa, cariñosa y muy conocida y querida en su ciudad, Sabadell”.