Josep María Mainat rompe su silencio: “La que intentó matarme no es la Ángela con la que yo me casé”

MAYKA NAVARRO
Mayka Navarro

Periodista especializada en sucesos y en ‘true crime’

Cómo debe de ser gestionar emocional y sentimentalmente que la mujer a la que has querido, y quieres todavía, con la que has vivido, confiado y tenido dos hijos, aún demasiado pequeños, ha querido asesinarte. “Muy triste y duro. Y lo peor seguramente está por llegar, con dos niños con su madre en la cárcel”. El genio de la televisión, uno de los productores más importantes de las últimas décadas con creaciones como ‘OT’, Josep Maria Mainat, habla para Lecturas pocos días después de conocer la sentencia que condena a Angela Dobrowolski a cuatro años y medio de prisión, por intentar matarle suministrándole insulina. Aunque esperaba y confiaba en la condena, Mainat sigue mostrando esos sentimientos contradictorios que ya evidenció duran- te su declaración en el juicio, cuando la perdonó del delito de revelación de secretos por entrar sin su permiso en su ordenador personal.

La petición de Ángela

Pasaron más cosas en esa sala de la Audiencia de Barcelona que revela ahora el hombre, mucho más tranquilo, y esperanzado por recuperar el sosiego tras años en los que los múltiples incidentes protagonizados por su mujer ocupaban titulares, con el productor de actor secundario involuntario. En una de las jornadas del juicio, relata el productor, uno de los mossos d’esquadra que custodiaba en la sala a Angela se le acercó. “Señor Mainat, la señora pregunta si se podría acercar a usted para abrazarle”, le trasladó el policía. Angela en ese momento le miraba, con tristeza, con ese nuevo estilo de pelo corto teñido de rosa, y sin la peluca a la que nos tenía acostumbrado. “Cómo me iba a negar”, relata Mainat. Es posible que él también tuviera ganas de hacerlo. “Se acercó, nos abrazamos y estuvimos así durante un tiempo que no sabría concretar, pero que fue largo”, relata el productor con ternura.

“La quiero todavía”

¿En qué momento se desenamoró de Angela? “Quién ha dicho que yo me haya desenamorado. Porque yo eso no lo he podido decir. La quiero todavía y creo que la querré siempre. Es la madre de mis hijos y sigo sin poder entender por qué quiso matarme. Aunque la que me pinchó insulina para asesinarme no era la Angela con la que yo me casé”. La Audiencia de Barcelona ha condenado a Angela Dobrowolski por intentar matar a su marido. La sentencia, sin embargo, entiende que la mujer “desistió” de su propósito en el último momento y por eso el tribunal la condena no por un delito de tentativa de asesinato, como había pedido la acusación, sino de lesiones agravadas. De ahí que la sentencia sea menor: cuatro años y medio de cárcel.

Una condena que Mainat no recurrirá porque para él, lo más importante de todo este largo y complicado proceso judicial, ha sido que la sentencia confirme que el propósito de la que fuera su mujer aquella madrugada fue el de matarle. Aunque después se arrepintiera, como prueba también el tribunal. La resolución considera probado que la noche del 23 de junio de 2020, mientras Mainat dormía en la casa familiar en Barcelona, la mujer le provocó una hipoglucemia (el productor es diabético) que lo dejó en coma. Dobrowolski, sin embargo, llamó por teléfono a los servicios de emergencias médicas, que impidieron la muerte de uno de los creadores de fórmulas de televisión más importante de las últimas décadas.

Su intención era matarle

La sentencia condena a Dobrowolski como autora de un delito de lesiones agravadas al apreciar la eximente de “desistimiento voluntario en la tentativa de asesinato”. Además, la mujer no podrá acercarse a menos de un kilómetro de Mainat, de su casa o de su lugar de trabajo, durante ocho años y medio. El tribunal absuelve a la mujer del delito de revelación de secretos por haber accedido sin permiso al ordenador de Mainat, donde descubrió que, en caso de separación, ella quedaba excluida del testamento. Una acusación que se desestimó después de que el productor la perdonara de este delito. Dobrowolski, asegura la sentencia, “eligió una forma muy sofisticada de matar a su esposo como fue la inyección de insulina” pese a que sabía perfectamente que padece diabetes tipo 2 y que su marido no se trata con esa sustancia. La dosis suministrada “pudo ser alta” y tenía “capacidad” para provocarle una hipoglucemia grave que derivara en un coma, causarle daños neuronales e irreversibles e incluso provocarle la muerte.

La mujer “conocía ese efecto” no solo por los años que llevaba viviendo con la víctima, sino por sus estudios de medicina. Y engañó a su esposo cuando, a medianoche, le dijo que le estaba inyectando hormona del crecimiento y otro producto para adelgazar, concretamente el popular Saxenda. “Inferimos el ánimo homicida”, agrega la resolución, que insiste en que “el comportamiento de la acusada evidenció que actuó con dolo directo de matar”. Es decir, que su intención no era otra que la de matarle. Si la mujer de Mainat se ha librado de una condena de tentativa de asesinato fue por lo que hizo después, según ha quedado también acreditado en la sentencia. Tras comprobar que entraba en una hipoglucemia grave, Dobrowolski “llamó a los servicios de emergencia”. El rápido suministro de medicamentos, concretamente glucosa, por parte de los sanitarios que llegaron en ambulancia al domicilio, permitió revertir el coma en el que se encontraba, lo que “evitó su muerte” y permitió su completa recuperación. “La acusada desistió voluntariamente de su ac- ción homicida”, lo que evita su condena por ese delito.

Lo niega

A Mainat le costó entender en un primer momento esa rebaja tan considerable de pena, tras ese arrepentimiento en el último momento. Pero el Código Penal lo deja claro. Literalmente prevé dejar exento de responsabilidad penal a quien “evite voluntariamente la consumación del delito” por “desistir de la ejecución ya iniciada” o por “impedir” que se produzca el resultado. En este caso, la muerte del productor. La Fiscalía pedía para ella 13 años de cárcel por intento de asesinato y el productor, representado por la abogada Olga Tubau, pedía 14. La verdad es que, en el juicio, Mainat mostró las mismas dudas que durante los dos últimos años ha manifestado en privado, y era su incapacidad de creer que la mujer con la que se había casado y madre de dos de sus hijos fuera capaz matarle. Para añadir después lo que recogió la sentencia.

“Quiero pensar que, en el supuesto de que lo hiciera, en algún momento se arrepintió y quiso arreglarlo”. Durante el juicio Dobrowolski negó que le suministrara insulina y afirmó que esa noche lo vio “al borde de la muerte” en la cama y quiso salvarle suministrándole glucosa y alertando a los servicios de emergencias. Los hechos ocurrieron la noche del 22 al 23 de junio de 2020 en la casa de Mainat en Barcelona. La pareja ya no convivía, pero la mujer, que ya padecía un problema de drogadicción que se acrecentó después, se quedaba a dormir de vez en cuando. Esa misma tarde, el productor le había comunicado que, al día siguiente, presenta- ría los papeles del divorcio, lo que provocó una enorme discusión entre ambos. Un mes antes, Dobrowolski había accedido, sin permiso, al ordenador de Mainat. La mujer se reenvió varios correos electrónicos en los que se concretaban los términos de la separación y en los que quedaba claro que quedaría fuera del testamento del productor, en caso de divorcio. El detonante para querer matarle.