Cierre los ojos unos segundos e imagine que por un momento Brad Pitt se ha enamorado de usted, le promete amor eterno con boda incluida y una película que protagonizarán ju tos y que será el mejor escaparate para que el mundo conozca su historia. ¿Imposible? Para nada. Una vecina de Granada ha sido víctima de una estafa tan bien elaborada que la mujer, de mediana edad, sin hijos y que vive con su madre, confió y entregó al presunto Brad Pitt 170.000 euros para su próxima película. La denuncia ya se ha presentado.
Dinero para una película
El presunto Brad Pitt le confió a la víctima que su nuevo proyecto cinematográfico se rodaría en España y ella confiada le prestó el dinero. Basta repasar las últimas cifras económicas que se mueven en el entorno del verdadero Brad Pitt para entender mejor la dimensión de la estafa. O dicho de otra manera, la imposibilidad de que fuera realmente el actor quien solicitara la ayuda de su enamorada granadina. Su próximo proyecto cinematográfico será una película sobre la Fórmula 1 y, según la revista norteamericana Variety, el salario del actor superará los 27 millones de euros aunque otras publicaciones del sector elevan la nómina a los 130 millones de euros. Pero hay más. Porque, qué son 170.000 euros para un hombre que acaba de vender su mansión en Los Ángeles por 36 millones de euros. Con ese dinero, más algo más ahorrado, se pudo comprar el año pasado una casa con vistas al Pacífico en Carmel, California, por la que desembolsó 40 millones de euros. Es posible que la víctima no estuviera al corriente de todos estos datos. Pero lo que sí es seguro es que tras esta estafa hay una asociación criminal, especializada y sofisticada, que logró con métodos mezquinos acceder al corazón de una mujer vulnerable que se creyó la historia hasta las trancas. Hasta el punto que vivió durante meses un romance secreto, del que no podía decir nada a nadie porque, tal como le recordaba constantemente su falso enamorado, él era demasiado conocido y la prensa podría echar al traste el romance si lo publicitaban. “No serás capaz de aguantar la presión de los medios de comunicación. Hazme caso. Nadie lo tiene que saber. Al menos, por el momento”, le escribía. La víctima confiaba a ciegas en su enamorado, en sus promesas, y se permitía el lujo de reñirle cuando le veía en la televisión o las revistas con alguna acompañante. Para todo tenía el hombre respuestas.
Un club de fans
Pero ¿cómo empezó esta pesadilla, adelantada por el periódico, el Ideal de Granada? El encargado de contarla con detalle es el abogado de la víctima, Antonio Estella Aroza, que desde el primer momento pidió proteger la identidad de la mujer, evitando dar cualquier detalle que pudiera ayudar a identificarla. La historia de esta estafa comienza a principio de 2022 cuando la granadina se unió a un club de fans del actor en Facebook a partir de un e-mail que recibió invitándola a formar parte del grupo. La interacción entre la mujer y el presunto club de fans fue en aumento. Hasta el punto de que alguien que se hizo pasar por mánager del actor se puso en contacto con la mujer para asegurarle que el mismísimo Brad Pitt quería interactuar con ella.
Enganchada al ordenador
Y así arranco una amistad que fue progresando a base de mensajes escritos. Nunca en todos los meses que interactuaron se llamaron por teléfono, ni realizaron videollamadas. Toda la relación se afianza en mensajes escritos y fotografías que el hombre le fue enviando con palabras cada vez más comprometedoras. “No son unos estafadores cualquiera, son unos auténticos profesionales, que marcan tiempos y saben cuándo dar cariño, cuándo no responder y detectar el momento exacto para pedir dinero”, explica el abogado. Y ese momento llegó con la relación afianzada, cuando ambos ya profesaban un amor exultante que los tenía enganchados horas y horas al ordenador, compartiendo ilusiones y planes de futuro.
El presunto Brad Pitt prometió a la mujer que vendría a España a conocerla en persona. Por si el cebo no fuera suficiente, le prometió también que grabarían juntos una película en España de la que ella sería protagonista porque sus facciones de mujer andaluza encajaban perfectamente en el proyecto. Y fue en ese momento cuando comenzaron las primeras peticiones de dinero. En diversos ingresos a diferentes cuentas en bancos españoles y europeos, la mujer llegó a hacer transferencias de hasta 30.000 euros de una tacada, explica el abogado. Los letrados sospechan que se trataba de cuentas abiertas con carnets de identidad robados.
No fue hasta el pasado mes de mayo que la mujer empezó a sospechar. Algo no le cuadraba de aquella relación a distancia que le había dejado sin un duro de sus ahorros. El amante secreto estaba distanciando sus mensajes y, por si fuera poco, irrumpieron en escena unos detectives que aseguraron estar especializados en investigar fraudes internacionales que aseguraban trabajar a las órdenes del FBI y que se iban a encargar del caso. La mujer no se fiaba ya de nada ni de nadie y acudió a un despacho de abogados a explicar lo que le estaba sucediendo. Los letrados no dudaron ni un segundo. Y a los pocos días ya habían presentado en los juzgados de Granada una denuncia por estafa, usurpación de identidad y blanqueo de capitales. El letrado sostiene que los bancos no cumplieron con su obligación de seguir el rastro del dinero de algunas de las transferencias que superaban las varias decenas de miles de euros.
Le enviaba fotomontajes
Transferencia a transferencia, la mujer ingresó en las distintas cuentas de sus estafadores 170.000 euros para iniciar la película. Migajas comparados con los 82 millones de euros que tuvo de presupuesto uno de los últimos éxitos del verdadero Brad Pitt, ‘Érase una vez... en Hollywood’. La ficción de que el Brad Pitt al otro lado de la pantalla era el verdadero se mantuvo durante todos esos meses gracias a los fotomontajes que realizaban los estafadores utilizando fotografías del actor. En una de ellas, le colocaban en las manos un folio con una declaración de amor escrita en un español bastante chapucero. De momento, en los juzgados no se ha movido ni un teléfono, aunque el abogado se muestra optimista. “Desde que mi clienta me presentó el caso le transmití tranquilidad. Hemos presentado la denuncia en los juzgados, pero sabemos que el proceso va a ser largo en el tiempo. Ya he advertido a mi clienta que podría durar años. Las últimas huelgas en la administración de justicia han provocado que la investigación no haya dado comienzo. Estamos esperando que toda la maquinaria se active”, explica el abogado.
Desde el despacho están buscando otras víctimas similares porque sospechan que la mujer de Granada no fue la primera, aunque esperan que con la publicidad del caso sea la última en caer en las redes del falso actor norteamericano. La mujer no era millonaria. Todo el dinero que entregó formaba parte de los ahorros de toda una vida. Una señora de mediana edad que se llegó a creer que estaba teniendo una relación de pareja con el actor con el que pensaba casarse, porque así se lo llegó a prometer el estafador. “Le podría pasar a cualquiera, por- que la estafa estaba muy bien elaborada y ejecutada”, insiste el abogado.
Las estafas del amor
A la espera de ver qué diligencias encarga el juzgado que asuma el caso, si decide tirar adelante con la investigación, el verdadero Brad Pitt sigue con sus negocios. Uno de los últimos es una nueva ginebra, The Gardener Gin, que el actor acaba de presentar en la última edición del festival de Cannes. Mientras el verdadero Pitt vende ginebra gourmet, quién sabe si el falso no sigue por ahí intentando enamorar y robar a su nueva víctima. Las denominadas estafas del amor no son para nada nuevas y sus responsables son auténticos profesionales que juegan no solo con la vulnerabilidad de las víctimas, sino con la vergüenza que algunas de ellas sienten al saber el engaño y que les frena a denunciar. De ahí la necesidad de tratar con empatía a estas víctimas, sin burlas, ni mofas fáciles señalando a la mujer como “tonta”, y teniendo claro que a cualquiera, en un momento de debilidad y vulnerabilidad, le puede pasar.