Así es la vida en la cárcel de Rafael Amargo

MAYKA NAVARRO
Mayka Navarro

Periodista especializada en sucesos y en ‘true crime’

Mucho tienen que cambiar las cosas para que el polifacético artista Rafael Amargo no continúe los próximos meses encarcelado en la prisión de Soto del Real, donde un magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid le envió sin fianza el pasado 3 de noviembre. En marzo, el bailador fue detenido nuevamente en Alicante acusado de tráfico de drogas. Entonces el juez decretó su libertad condicional con un requisito: debía presentarse cada quince días en unas dependencias judiciales a firmar. Pero tras reiterados incumplimientos de esa obligación, el magistrado ordenó nuevamente su arresto y su ingreso en prisión donde probablemente continuará hasta la celebración del juicio que tiene pendiente por otro delito contra la salud pública, por el que la fiscalía le solicita nueve años de cárcel.

No convenció al juez

En su auto, el magistrado justifica la prisión porque entiende que existe un elevado riesgo de fuga ante el “quebrantamiento reiterado” de la obligación que tenía Amargo de firmar en una dependencia judicial. El bailaor, sin éxito, trató de justificar sus incumplimientos. Su letrado quiso convencer al juez de que su cliente no se encontraba bien psicológicamente y que las visitas al juzgado le provocaban un estrés que gestionaba con dificultad. Especialmente porque le esperaban periodistas que, según decía, “le acosaban con sus preguntas” provocándole una “fobia” que se acrecentaba con el tiempo. Los argumentos no convencieron al fiscal, que solicitó el ingreso en prisión sin fianza de Amargo. En su turno de palabra, el artista aseguró que no se encontraba bien emocionalmente y trató de justificar sus incumplimientos por su salud mental. Pero cuando el magistrado y el fiscal le solicitaron los informes médicos que avalasen ese malestar, admitió que no los tenía porque “no tengo dinero para pagar a un médico que me los haga”. Aún quiso el magistrado reflexionar sobre su decisión durante 24 horas, en las que Amargo pudo regresar a su domicilio. Al día siguiente, fue citado nuevamente y el juez ordenó su ingreso en prisión, a la espera del juicio por un delito de tráfico de sustancias estupefacientes previsto para abril por una detención de diciembre del 2020 en su piso de Madrid. Ese juicio ya debía haberse celebrado, pero otro de los acusados renunció a su defensa en el último momento, y la vista se tuvo que aplazar.

Sus primeros días en prisión, Rafael Amargo los ha pasado en una celda del módulo de ingresos. Y en su caso, que tiene diagnosticado un problema de adicción a sustancias estupefacientes, bajo una tutela del servicio médico del centro y una especial atención de los funcionarios, ante posibles bajadas emocionales en picado.

Su abogado responde

El abogado de Amargo, Jaime Caballero, ya explicó tras el ingreso en prisión de su cliente, que presentaría cuanto antes un recurso de súplica para intentar que el bailador salga “cuanto antes” de la cárcel. “Han pagado justos por pecadores y parece que nadie entiende que su reclusión no hace mas que empeorar su situación”, advirtió. Para justificar las ausencias de Amargo en los juzgados donde estaba obligado a firmar, el letrado presentó “una serie de informes médicos que confirman los problemas que sufre mi cliente y que le impedían acudir a esa cita”, aseguró el abogado. Unos documentos que resultaron “insuficientes” para el magistrado y el fiscal, que otorgaron dos semanas al bailador para que presentara un informe psiquiátrico que avalara sus trastornos. Pero ese examen no se realizó. Y el abogado quiso dar los motivos. Aseguró que para realizar el informe que le reclamaban, hubieran necesitado como mínimo un mes de visitas semanales al psiquiatra; y solo disponían de quince días para presentar el documento. Además, cada una de esas visitas puede tener un coste de unos 250 euros. Una cantidad que el bailador no podía afrontar en estos momentos.

Se enfrenta a 9 años

“Sinceramente, creíamos que el juez dictaría alguna medida menos dura, como una pulsera de localización o una detención domiciliaria”, indicó el letrado, que cuestionó el riesgo de fuga de un hombre al que le retiraron el pasaporte hace tres años y que no dispone de recursos para ir a ningún sitio. El abogado de Amargo sospecha que la dureza del tribunal tiene más que ver con la situación del otro acusado que en los últimos tiempos ha renunciado hasta en cinco ocasiones al abogado de oficio y que se las apaña para dilatar el proceso echando mano a mil argucias legales. Rafael Amargo se enfrenta a nueve años de prisión por distribuir metanfetamina y otras sustancias desde su casa en el barrio madrileño de Malasaña. En los registros, los agentes de la Policía Nacional encontraron 100 gramos de metanfetamina, 40 gramos de ketamina y tres botes de popper, entre otras sustancias.

Exhaustiva investigación

Amargo ha defendido su inocencia desde el principio, cuando en una multitudinaria rueda de prensa en el teatro de La Latina de Madrid negó ser el cabecilla del pequeño cartel de drogas que presuntamente lideraba desde su domicilio. De aquella intervención queda una icónica afirmación del artista que aseguró: “De mi casa nadie se va con más droga de la que entró”. En esa causa también están procesados su productor teatral, Eduardo de Santos, y otro hombre llamado Miguel Ángel Batista León, que es quien ha logrado hasta el momento dilatar el proceso. La Policía Nacional contrastó la versión de Amargo con pruebas, como la incautación de un teléfono móvil que supuestamente utilizaba para los encargos y una báscula de precisión para pesar las sustancias. El escrito del ministerio público detalla que “en los dispositivos de vigilancia que se establecieron sobre el domicilio, los agentes pudieron observar cómo acudían numerosas personas, que tras acceder al mismo, y permanecer en el interior escasos minutos, salían nuevamente de manera apresurada”. Durante la investigación, los agentes identificaron a dos de esas personas que habían salido del domicilio del artista y comprobaron que llevaban unas pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes que aseguraron acabar de comprar en el domicilio del bailador. Los investigadores sostienen que Amargo llevó a cabo este tráfico de drogas al menos desde abril de 2020, en plena pandemia. Según las pesquisas posteriores a la primera detención, los agentes constataron que esa actividad no había cesado después de las denuncias de los vecinos, que señalaron el trasiego constante de supuestos clientes que incluso hacían cola en el descansillo esperando su turno para entrar. Los investigadores también involucran en el caso a la mujer de Amargo, Luciana Bongianino, aunque la fiscalía no le acusa. Recientemente, el ministerio fiscal ofreció a Amargo alcanzar un acuerdo de conformidad por el que rebajarían a más de la mitad su petición de nueve años de cárcel, pero que le obligaba a admitir los hechos. Un acuerdo que el bailador “rechazó” porque, según su letrado, Amargo “nunca traficó” y todo el material que se localizó en su domicilio era “de consumo propio” y de sus amigos.

Una carrera genial

El curriculum de Amargo es abrumador. Cuatro premios Max, Premio Positano Leonide Massine de la Danza, Premio de la Asociación de profesores de Danza Española y Flamenco… Nacido en la localidad granadina de Valderrubio, a los 11 años ganó el prestigioso Concurso Nacional de Baile de La Unión y la Copa Pavón dos años después. Tiene la Medalla de Oro de las Bellas Artes y la Medalla de Andalucía. Se formó en teatro y música y en todo lo que tuvo a su alcance, porque devoró con hambre todo tipo de conocimientos. Innovó, investigó y colaboró con pintores como Luis Gordillo y Esperanza D’Ors y con diseñadores como Duyos, Lorenzo Caprile o Amaya Arzuaga. Estrenó sus espectáculos en los mejores escenarios de China, Japón y los Estados Unidos, donde fue alumno de la mítica Martha Graham. Estrenó ‘El amor brujo’ de Manuel de Falla en las cuevas de Zugarramurdi y paseó por medio mundo las historias reinterpretadas de Federico García Lorca, a quien homenajeó tomando para su nombre artístico el Amargo de uno de sus personajes. 

Descenso a los infiernos

Al final, el bailador transgresor y rompedor de los carteles de luces de neón, que mezclaba flamenco, ópera y jazz con danza contemporánea arrancando aplausos entusiastas, ha sido devorado por sus adicciones. Osado, provocador y atrevido, posó desnudo para Interviú y remodeló la gala del Carnaval de Tenerife, con Belén Esteban imitando a Madonna. Tampoco se libró de la polémica cuando de la mano de La Fura dels Baus reinventó a un Quijote irreconocible. Protagonista habitual de la prensa del corazón, sus bodas, separaciones, declaraciones de bisexualidad y denuncias por malos tratos coparon titulares. Profesor de expresión corporal en una de las ediciones de ‘Operación Triunfo’, también se prodigó en realities de televisión. No hace mucho, dio un paso más en el pozo en el que iba cayendo precipitadamente y anunció que subiría contenido erótico en la plataforma de pago OnlyFans y que no tardaría en empezar el rodaje de una serie sobre su vida. La primera detención por supuestamente traficar con drogas en diciembre del 2020 le pilló preparando Yerma en Madrid con una de las sobrinas de la reina Letizia. El espectáculo colgó durante días el cartel de “no hay localidades”, pero retrasó el estreno hasta que salió en libertad provisional con medidas cautelares. Ese día apareció en el escenario como si nada hubiera pasado. Y se arrancó a taconear sobre las tablas animando a los presentes: “En esta vida se arreglan las cosas bailando”.