Las fiestas señaladas quedan marcadas en el calendario real como las ocasiones en las que puede verse como crecen la princesa Leonor y la infanta Sofía. El 12 de octubre, desde que su padre es Rey, las niñas se suben a la tribuna para asistir al desfile de las Fuerzas Armadas con el que se inician las celebraciones por la Fiesta Nacional y desde allí, con la solemnidad que ya van adquiriendo, se las puede observar también como dos pequeñas curiosas que preguntan sobre todo lo que pasa. El año pasado quedaron impactadas con la aparición de la cabra de la Legión, que en realidad es un carnero y se marcharon a casa sin saber cómo se llamaba el animal y que hacía allí junto a los componentes del regimiento. Esta vez han satisfecho su curiosidad porque antes de llegar ya sabían que en animal se llama Pablo, aunque no era el mismo que el del año pasado pues, a diferencia de los legionarios, la cabra cambia de año en año.
Leonor y Sofía van creciendo y la pequeña, más movida e inquieta, va acercándose en altura a su hermana mayor, más seria consciente ya del papel que tiene asignado pero que, aún, debido a su corta edad únicamente representa en contadas ocasiones. La princesa Leonor cumplirá 10 años el próximo 31 de octubre pero aún le quedan unos cuantos hasta que sus padres decidan involucrarla más activamente en los actos protocolarios. Su presencia en el desfile del 12 de octubre tiene que ver con que también asisten otros niños, hijos de los militares que desfilan o de los ciudadanos que acuden a ver pasar las tropas. Es el único acto oficial al que, de momento, acuden las hijas de los Reyes, ya que sus otras apariciones públicas se producen durante las vacaciones de verano y en ocasiones especiales, como sucedió el pasado mes de mayo, con motivo de la Primera Comunión de la princesa Leonor. La próxima primavera será la infanta Sofía, que el 30 de abril cumplirá 9 años, quien reciba por primera vez el sacramento en una ceremonia conjunta con sus compañeros del colegio Nuestra Señora de los Rosales.
Las niñas se van pareciendo cada vez más aunque ya no visten igual para destacar la personalidad de cada una. Sí aparecieron con el mismo peinado, melena rubia y dos trenzas laterales para que no les caiga el pelo a la cara, pero optaron por dos conjuntos de la firma Nanos de diferentes colores. Leonor escogió un vestido azul con dibujos de cachemira en tonos rosas y azules y una chaqueta azul marino en la que destacaban unos pompones rosas, mientras Sofía lució un vestido gris con topos de color beige a juego con la chaqueta de punto. Lo que pudo verse es que las niñas están perfectamente aleccionadas de lo que deben hacer en público: saludar, ir por detrás de sus padres y no importunarles cuando están saludando o hablando con otras personas. Leonor y Sofía también saludaron a las autoridades presentes y a todas les dijeron buenos días como les había indicado su madre, la reina Letizia.
La semana que viene se celebrará en Oviedo la entrega de los premios que hasta el año pasado se llamaron Príncipe de Asturias y que ahora son los Princesa de Asturias, pero en esta convocatoria aún no estará presente Leonor ya que sus padres consideran que aún es muy pequeña