Ante Isabel II hay que quitarse el sombrero

Actualizado a 21 de abril de 2016, 18:12

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No hay  más remedio que quitarse el sombrero ante Isabel II de Inglaterra. La soberana acaba de cumplir 90 años de edad y casi 64 en el trono y el mundo se ha rendido a los  méritos de una mujer de al que se sabe todo y nada, a la vez. La corona británica atraviesa los siglos y no parece desgastarse, sino todo lo contrario pero, claro, el sistema funciona porque se engrasa cada día y todos y cada uno de los miembros de la familia están obligados a actuar al servicio de la institución. No siempre aciertan, claro, pero la gran capacidad de la monarquía británica de corregir sus errores y, sobre todo, el ejemplo de Isabel II, marcan la diferencia.

Nada de eso es casualidad, porque para la Corona británica trabajan los mejores expertos en todas las materias imaginables que hacen que la máquina funcione como un reloj. El cumpleaños de la reina se ha marcado con la publicación de una serie de fotografías que son, en sí mismas, una declaración de principios. En una de ellas, la más institucional, se ve a Isabel II junto a sus tres sucesores, su hijo Carlos, su nieto Guillermo y su biznieto Jorge que posa de pie subido a unos libros para estar a la altura de sus parientes que aparecen sentados. La veteranía de la reina, la serenidad del príncipe de Gales, la madurez del príncipe Guillermo y la gracia del pequeño Jorge es la expresión de una idea y una imagen que se quiere transmitir y no se dejó al azar. Tampoco fue casualidad, la publicación de una foto en la que la reina Isabel, vestida con chaqueta de punto y falda de cuadros, como cualquier otra abuela inglesa, aparece con los miembros más jóvenes de su familia, sus nietos Luisa y Severn, hijos del príncipe Eduardo, y sus biznietos, Mia, hija de Zara Phillips, Savanah e Isla, hijas de Peter Phillips, nietos por tanto de la princesa Ana, y finalmente Jorge y Carlota, los hijos de Guillermo y Catalina. La reina Isabel tiene sentada en su regazo a la pequeña Carlota, mientras Mia sostiene el bolso de la soberana como si fuera un juego. En la foto, el príncipe Jorge lleva una chaqueta de la firma valenciana Fina Ejerique y la pequeña Carlota, un vestido de la tienda de Valladolid M&H. La moda infantil española, por lo visto, está de moda sobre todo la de toda la vida, la de los vestidos con nido de abeja y las chaquetas de perlé

La foto con los nietos, como otras en las que Isabel II aparece junto a su hija, Ana, y junto a sus cuatro perros corgis en una escalera de los jardines de castillo de Windsor fueron tomadas por la fotógrafo estadounidense Anne Liebovitz, que ya realizó las fotos oficiales de la reina Isabel con motivo de los 60 años en el trono.

Es obvio que los británicos no reparan en gastos pero también lo es que son conscientes de que, sin pasarse, deben ofrecer lo mejor de si mismos, mostrando sus mejores imágenes familiares. El éxito de Isabel II, a quien nadie negara que ha dedicado su vida al servicio de la Corona y de los británicos, se basa en dos principios básicos: jamás ha concedido una entrevista, ni falta que hace, y nunca ha reclamado tener vida privada. Lo que opine no es importante, sino lo que simboliza y, por supuesto, jamás se le ocurriría desparecer sin que nadie supiera donde está. En cualquiera de las residencias oficiales de la reina: Buckingham, el castillo de Windsor,  Sandringham, o  Balmoral se señala con el estandarte real la presencia de la Reina. Isabel II no esconde nada, por eso ha llegado tan lejos. Otros, y otras, que se creen más listos y quieren cambiarlo todo pueden acabar en la lista del paro con el agravante que de lo suyo ya no se crean nuevas plazas. Conviene, pues, conservar las que existen.

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