No lo conozco de nada, jamás he coincidido con él, no sé si es buen entrenador o no. Pero me gusta. Me gusta porque no se crece cuando gana ni se hunde cuando pierde. Ganar continuamente es obsceno y perder siempre agotador. La virtud, ya lo decían los griegos, radica en el término medio.
Gente como Simeone hace que me enganche a un mundo que provoca tantas pasiones como el fútbol. Creo que quiere que comprendamos que un deporte no puede ser el causante de tantas alegrías o frustraciones. Que sólo es un deporte. Un juego. Porque al fútbol se juega, no es una cuestión de vida o muerte. Me da buen rollo Simeone. Ojalá su equipo gane lo que pueda ganar siempre que no fastidia a mi Barça. Por cierto, otro día hablaré de Luis Enrique. Me alegro de que haya conseguido enderezar el rumbo del equipo. No tiene la pinta de intelectual y chico fino de Guardiola pero está demostrando que los muchachos de barrio también tienen cabida en el banquillo del Camp Nou.