Los políticos se creen que todo el monte es ‘Sálvame’ en todas sus acepciones: Naranja, Limón y Deluxe. Y oye, no. Una cosa es un show televisivo que tiene mucho de corrala y otra, la política, que en principio es una cosa muy seria. Se me ocurrió un día hacer una broma tonta sobre VOX porque en ‘GHVIP’ compartíamos pantalla una peruana –Miriam Saavedra–, un polaco –Darek– y un gay –yo mismo–, y Santiago Abascal me endilgó un tuit horroroso. Muy propio de un caballero que se viste por los pies, de esos machos que ni lloran ni ríen. Vamos, un auténtico muermo. Abascal no ganará las elecciones porque antes dormirá a sus votantes con sus discursos.
Luego, tenemos a Girauta, al que si le das una red social es como aquel que juega solo al ahorcado y pierde. Por no hablar de Marcos de Quinto, que es una de las brillantes ideas de Albert Rivera. A saber cómo son las malas.
Pero me gustaría centrarme en Pedro García Aguado, al que Isabel Díaz Ayuso ha nombrado mandamás de la juventud madrileña. Tras este nombramiento esperaba que, dado mi conocimiento de la noche, me nombrara responsable de antros, afters y chills. En fin, otra legislatura será. Conocí a García Aguado en Mediaset. Lo entrevisté en ‘Hay una cosa que te quiero decir’ y, luego, creo recordar que coincidimos en alguna cena de presentadores de Navidad. Nos tratábamos con cariño, o al menos eso deduje yo. Él se mostraba muy simpático conmigo, las cosas como son.
Cuando yo tuve el lío con Dakota en ‘Supervivientes 2019’escribió un tuit que decía: “Me acabo de enterar de lo que dijo Jorge Javier Vázquez a Dakota. Yo estoy con Ella y es muy miserable usar ‘Hermano mayor’ para menospreciar su deseo de ver a sus padres. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad y a cambiar, #todoscondakota”. Y luego añadía corazoncitos. Por cierto, acabo de caer que escribió ‘Ella’ con mayúsculas, no entiendo por qué. Pero a lo que vamos. Cuando me enteré de lo que había hecho, no me lo podía creer. Él, que trabaja de mediador, que intenta solucionar conflictos, ¿no cree que hubiera sido mejor llamarme para hacerme ver que, según él, me había equivocado? ¿No entiende que para proteger a Dakota me dio una innecesaria hostia pública a mí? ¿Que en vez de apaciguar los ánimos alentó la guerra tirando del hashtag #todoscondakota? ¿Que desvistió a un santo para vestir a otro?, que diría una madre. ¿No éramos compañeros? ¿Le aconsejará a los jóvenes madrileños que actúen como él en un caso así? Preguntas sin respuesta en el crepúsculo del verano. Y, sobre todo: ¿Qué cara pongo cuando me lo encuentre? ¿La de aquí no ha pasado nada, la de #todoscondakota, o la de Viva la Madre Superiora? Ha llegado un momento en el que a los políticos es mejor pedirles sus publicaciones en redes que su currículum.
A todo esto, quiero que haya elecciones porque así descansaremos algún tiempo de ver a Cayetana Álvarez de Toledo y a Inés Arrimadas en el Congreso de los Diputados. Lo de Cayetana es terrible: acabará sepultada por su propio ego y por las babas de sus aduladores. Y en cuanto a Inés, no dudo que haya sufrido en Catalunya, pero su presencia en Madrid queda totalmente descafeinada. Le falta un cuadro victimista al que aferrarse, pero con su olfato no dudo que no tardará en encontrarlo. Lástima que el del Orgullo le saliera rana.
Para finalizar, dos reflexiones leídas estos días. Lucía Méndez en El Mundo: “El nombramiento del presentador de ‘Hermano mayor’ como director general de la Juventud de la Comunidad de Madrid es random. Muy random”. Iker Armentia en eldiario.es: “Un agosto sin Rivera ha sido mejor que un concierto sin teléfonos móviles”. Amén.