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Pues yo creo que ha llegado el momento. Tenía que llegar. Después de almorzar me he enchufado un par de capítulos de ‘The Crown’ y me he puesto sensiblón con las escasas muestras de afecto que el príncipe Carlos recibió de su madre. Y luego ya he vuelto a escuchar ‘Ne me quitte pas’ y me he puesto a llorar.
Se me ha pasado por la cabeza abrirme una botella de vino y atontarme un poco pero no me conviene. También he barajado la posibilidad de quitarme el pijama, ir a Madrid a comprarme calzoncillos pero la idea tampoco me ha hecho especial ilusión. Ni la de salir esta noche, ni alternar, ni hablar con nadie.