Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez

"No me gusta ir de médicos a no ser que sean estéticos"

No me gusta ir de médicos a no ser que sean estéticos. Podría pasarme las mañanas enteras pinchándome cara y cuerpo y luego recuperarme por las tardes en ‘Sálvame’ porque, como le digo a mi sastra Maribel, “yo vengo al trabajo a descansar”.

 

Hacía una semana que llevaba sintiendo un dolor incómodo. Envié a P. a por unos antibióticos –los que fueran, me daba igual–, pero el dolor no remitía así que el jueves por la mañana me planté en urgencias. Me metieron en una habitación y apareció un enfermero, me pinchó para hacerme unos análisis y me plantó una vía para mitigar el dolor.

 

Qué bien se está en la cama de un hospital cuando intuyes que lo que tienes no es grave. Tumbado, haciendo llamadas a gente con la que hacía tiempo que no hablaba, enviando whatsapp, soñando con que cuando salgas ya no te dolerá nada.

 

Al cabo de media hora aparece una limpiadora para cambiar una papelera. Me extrañó porque no había nada que cambiar, la papelera estaba impoluta. Como por casualidad me dice: “Uy, yo su cara la conozco. ¿Es usted quien yo creo? Maaaadre mía. Todas las semanas regaño con mi marido por verle a usted”. Yo voy contestando a todo con un “gracias, gracias”,  hasta que al final se produce la traca final: “Pues tampoco está usted tan gordo como sale en la tele”. “Gracias”, repito de nuevo con sonrisa de enfermito. Entra otra limpiadora. “Ay, yo lo suyo me lo chupo tó. El Diario, el Deluxe, tó, tó. Bueno que se recupere”.

 

Prometo volver lo antes posible. Sólo me ha faltado que me hicieran un masaje facial para sentirme tan a gusto como en Carmen Navarro.