Vuelo a Tenerife, donde esta tarde presentaremos ‘Grandes éxitos’ en el Auditorio. El espacio, diseñado por Calatrava, es imponente. Parece que estés actuando en una catedral.
Ayer se pelearon en el ‘Deluxe’ Mónica Hoyos y Miriam Saavedra. Mónica estuvo un poco mejor que de costumbre y Miriam empieza a preocuparme. La mujer desprovista de artificios que participó en ‘GH VIP 6’ ha dado paso a una nueva rica histriónica y demasiado borracha de sí misma. Supongo que es el proceso normal por el que pasamos todos los que en algún momento tenemos un subidón.
Miriam está en ese punto en el que escucha poco y cree que todo el mundo la engaña. Se ha vuelto tan desconfiada que en cada esquina ve a un enemigo dispuesto a estafarle unos euros. Ante este tipo de situaciones hay dos opciones: echarte a perder definitivamente o salir reforzado. Creo que Miriam es inteligente y saldrá de esta. Pero le espera un camino repleto de decepción, incomprensión y alguna que otra bajada a los infiernos que la va a dejar muy trastocada emocionalmente. Que nadie se asuste: es lo que le pasa a todos tras una experiencia como la suya. Quien no lo probó no puede saber de qué estoy hablando.
Y luego también estuvo en el ‘Deluxe’ Mario Vaquerizo, que me dejó muy preocupado. Mario es la alegría de España, el termómetro emocional de nuestro país. Si Mario ríe, España se descojona. Si Mario anda cabizbajo, España renquea. Ahora Mario no está pletórico y el país lo nota. Ha vuelto Aznar: nada más que añadir, señoría. Mario, recupérate pronto, hazme el favor, haznos el favor. España te necesita.