'La Mesías’ es durísima y consigue que te revuelvas de pura incomodidad

Para el ABC la noticia más importante del domingo es que “Pedro Sánchez se blinda cada vez con más escoltas por el rechazo de la calle”. Le preguntan a C. Tangana en El País si un artista debe tomar partido políticamente y contesta: “Mira, lo que sé es que cuando un periodista te pregunta por algo político es solo para sacar la declaración que reafirma su postura o la de su medio. Eso es así”. Más razón que un santo. Cada uno con su raca-raca, que diría mi Pedro Sánchez. El mío es ahora lidiar con el cabreo que tengo contra Los Javis, que con el tercer capítulo de ‘La Mesías’–su nueva serie–, me dejaron un mal cuerpo que lo flipas. La estoy viendo con P. Del primer capítulo no nos enteramos de la misa la media, pero en el segundo empezaron a encajar las malditas piezas. Y ya me quedé bastante regular cuando acabó. Pero el sábado por la noche, después de ver el tercero, le dije muy resuelto a P.: “No quiero seguir viendo más capítulos”. Me dejó triste, cabreado, cabizbajo, de mal rollo, enfadado, iracundo, molesto. Pero, por encima de todas estas emociones, sobrevolaba fundamentalmente una: el orgullo. Porque Javier Calvo y Javier Ambrossi han hecho una serie magistral en la que se abordan asuntos tan complicados como el maltrato infantil, los abusos o la locura. La factura de la serie es impecable, la dirección excelente y los actores, todos ellos, están tremendos. Los mayores y los niños. ‘La Mesías’ es durísima y consigue que te revuelvas de pura incomodidad. Y que incluso te preguntes –conozco más casos– si deseas seguir viéndola o no por el dolor que te produce no solo lo que ves sino incluso lo que intuyes. Pero sí, seguiré. Claro que seguiré. Aunque me duela. Aunque me tengan continuamente con el alma en un “¡ay!” imaginando lo que puede llegar a suceder. Aunque me entren fatigas, que diría Anabel Pantoja. 

Arriesgar para creer

‘La Mesías’ no es una serie cómoda y eso demuestra la enorme valía intelectual de Los Javis. Porque ellos ya saben hacer éxitos. Le tienen pillada la medida a fabricar taquilleros productos para el gran público. Pero ‘La Mesías’ significa sellar un gran compromiso con tu trayectoria: arriesgar para seguir creciendo. No sé si la verá mucha gente. Da igual. Intuyo que la principal motivación de Los Javis no es hacerse millonarios. Por eso nos siguen sorprendiendo. Me gusta verlos yendo a todos los sitios a promocionar su trabajo y que no hayan abandonado su puesto como jurados de ‘Mask Singer’ porque relacionarse con todo el equipo técnico que engloba una producción televisiva les ayuda a no perder el pulso de lo cotidiano. Todo esto que he escrito sobre ellos es, además, una llamada de atención para que me hagan algo. Pero aunque no me lo hagan, los seguiré admirando igual.