Viernes por la noche. Ceno en la habitación del hotel sopa de picadillo y tortilla francesa con pavo. No lo puedo remediar. Me gusta vivir al límite. Esta tarde he tenido función en Badajoz y he salido del teatro feliz. El público se lo ha pasado en grande y ha acabado puesto en pie. El sábado y el domingo actuaré en Córdoba, ciudad en la que tendríamos que haber estrenado en marzo del año pasado y a la que llegamos tras dos cancelaciones. Comencé la semana triste, para qué nos vamos a engañar.Yo era de los que creían que la izquierda tenía opciones en Madrid y al ver los resultados me entraron unas ganas de llorar que no han desaparecido del todo. Menos mal que el teatro me da la vida, porque desde el martes estaba yo como lánguido. Poco a poco me voy recuperando, aunque mi trabajito me está costando.
La victoria de Ayuso es incontestable. Ha arrasado. Y la verdad es no sé qué más escribir sobre este asunto. Lo mejor de todo es que la campaña ha finalizado y en breve estamos ya en verano. Además, mañana viene Charo Vega a verme a Córdoba. He hablado hoy con ella y me ha dicho que se planta en el teatro y luego cenamos. Bien. Necesito reírme, escuchar anécdotas, compartir inquietudes. Ando estos días un poco revuelto. Me produce desasosiego volver a la normalidad y darme cuenta de que hemos perdido casi un año de nuestras vidas. La vida de antes estaba repleta de defectos. Pues bien, hemos pasado un año encerrados con nosotros mismos y no sé si nos ha servido de algo.
Casi un año y medio después de lo previsto llegamos, por fin, a Córdoba. Nos recibe el precioso Gran Teatro abarrotado y, al finalizar el espectáculo, el público nos premia con una ovación que nos deja el alma más contenta que unas pascuas. Puedo disfrutar poco de la ciudad porque hacemos tres funciones en menos de 24 horas, pero no me importa. La ciudad es tan bella que con solo estar en ella ya me parece un privilegio. El sábado vienen al teatro Charo Vega con su nieto y Carmen Gahona. Tras la función cenamos tranquilamente en el hotel. Risas y más risas. La vida, a veces, es bella.