Hay noches que se convierten en prodigiosas y la del sábado fue una de ellas. Llegó Massiel al plató del 'Deluxe' con ganas de arrasar y vaya si lo hizo. Guapa, vestida como una interesante madura de esas que te encuentras paseando por Manhattan y que te muertes de ganas de conocerla porque intuyes que tiene rollo. Massiel pertenece a la vieja escuela, a esa que se toma una entrevista con la misma seriedad que una actuación . Y entonces pasa lo que pasa: que el público se queda pegado y cuando la estrella abandona el plató nos quedamos todos con un puntito de melancolía, con una nostálgica sensación de que quedan pocas así. Porque aparte de llevar todo la vida currando, Massiel posee una memoria prodigiosa, es lista como el hambre, culta, comprometida y generosa. Ha alternado con nuestras glorias nacionales –Rocío Durcal, Rocío Jurado, Lola Flores- y con los intelectuales más afamados de nuestro país. Ha vivido, ha salido indemne y encima sabe contarlo. A sus pies, señora. El sábado nos llegó al alma. Por muchos más sábados así.