Julio de 2016, camerinos del teatro Tívoli de Barcelona. Se presenta José Corbacho al final de una las funciones de ‘Iba en serio’ para pedirme que participe en la producción de la película ‘La llamada’. Recibo la propuesta impertérrito. Pensando en cómo decir que no de una manera elegante. Corbacho insiste en vernos pasados unos días y yo le digo que sí sin mucha convicción. Porque el mundo del cine se me escapa, porque no tengo ni idea de cómo funciona, porque en ese momento me quiero ir de vacaciones y no quiero tener ningún quebradero de cabeza rondando por mi cerebro. Pero, claro, Corbacho sembró la semilla y mi cabecita empezó a dar vueltas al mismo tiempo que la de P.
Para aquellos que no lo sepan: ‘La llamada’ ha sido y es un fenómeno teatral. Después de varios años, todavía puede verse en el Teatro Lara de Madrid. Sus creadores son Javier Calvo y Javier Ambrossi, ‘Los Javis’, dos personas con un talento extraordinario que nos están conquistando por su peculiar manera de entender y contarnos el mundo. Para quien no haya podido ver ‘La llamada’ en teatro que vea la serie de televisión ‘Paquita Salas’, una emocionante joya que recrea las andanzas de una torpe representante de artistas a la que acabas adorando pese a ella misma. Me costó poco pasar del “no” a Corbacho al “sí”.
Al volver a casa después de la función, tenía claro que no podía dejar pasar la oportunidad de participar en el proyecto de unos artistas a los que admiro. No solo se están ganando el respeto de la profesión, sino que, además, se les quiere porque son dos personas a las que es imposible no hacerlo. No pude asistir al estreno del martes, pero el pasado viernes P. y yo nos plantamos en la primera sesión de un cine de Madrid para verla. Creo que nunca habíamos ido juntos al cine un viernes a las cuatro de la tarde. Era por algo: porque ‘La llamada’ tenía que ser la película que ocupara este honor en nuestros corazones. Risas en el cine durante toda la proyección y aplausos al final. Y al menos por mi parte, lágrimas, muchas lágrimas. Porque con una gran sencillez la película te remueve, te inyecta grandes dosis de optimismo y te empuja a plantarle cara a la vida con alegría. La llamada es una eficaz receta contra el miedo. “Lo hacemos y ya vemos” es una de sus frases fetiche y que, a partir de ahora, quiero que se convierta en el leitmotiv de mi vida. Hay que hacer cosas y no dejarse agarrotar por el miedo o por el qué dirán, plantarle cara a la vida y exprimirla al máximo. Porque solo hay una y pasa demasiado deprisa.
‘La llamada’ es la película que necesitaba ver esta semana. Qué bien están Macarena García, Gracia Olayo, Anna Castillo y Belén Cuesta. Se merecen todos los premios del mundo. Gracias, Corbacho, por presentarte en el camerino del Tívoli y gracias a ‘Los Javis’ por dejarme participar en vuestro proyecto. Muchísimas gracias y perdón por haber dudado en decidirme unos veinte minutos.