Coincidiendo con la semana del Orgullo se publican diversas listas de gays influyentes. La más conocida es la de LOC. Y la más completa: cincuenta, entre tíos y tías. Lo de las listas es, aparte de una chorrada, una cosa más antigua que el mear. La he encabezado algún año y como premio no he recibido ni una banda. Me imagino a los redactores del periódico confeccionando la lista: “Oye, ¿y al marica este dónde lo coloco?” . “Ponlo por la zona baja de la tabla, que me cae como el culo. Pero a la bollera esta trátamela bien que está bien buena”. O sea, muy científico todo. Cuando sale la lista llamo a mis amigos para cotejar resultados. “Oye, qué bajo han puesto a este, ¿no? Sin embargo fíjate yo, sigo estando de los primeros”. La lista me parece una chuminada pero siempre la repaso a ver qué tal está el patio. Uno nunca sabe cuándo puede volver a quedarse soltero y qué mejor que estar al tanto de lo que se cuece en el mercado. El premio gordo de este año ha recaído en el número trece: Fran Ferri, diputado de las Cortes Valencianas por Compromís. Muy mono.