Primero sale la hija hablando en ‘Ana Rosa’, descompuesta y al borde mismo de la desesperación. Y luego ya, caldeado el ambiente, aparece el ‘penas’ y en una callejera rueda de prensa sin preguntas confirma su separación. La culpa, como viene siendo habitual en las manifestaciones del ‘penas’, la tienen todos menos él. Porque el ‘penas’ es de los que habla de culpas, de buenos y de malos.