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Se ha ido Ayuso de gira a Estados Unidos. Y lo único que me ha quedado claro de esa visita –de la que llegó a decirse que iba a verse con Biden– es que es una adicta a los realities de Telecinco. Isabel Díaz Ayuso sigue al pie de la letra la estrategia de todo buen ganador de este tipo de concursos: disparar contra todo lo que se menea aduciendo como excusa que nadie la comprende. Y con la excusa del desamparo y la pena pasa a ser víctima de un sistema totalitario contra el que lucha por opresor de las libertades. Dado que en EE UU conocen poco a Sánchez, Ayuso debía sacarse de la manga un enemigo nuevo. Un enemigo con pedigrí que consiguiera alimentar sus delirios y el de sus seguidores, que estaban empezando a estar hartos de escuchar tantas veces la palabra “libertad” y “comunismo”.