Jorge Javier Vázquez

Jorge Javier Vázquez

Pablo Casado

Entre nuestros líderes, Pablo Casado es el que más me inquieta

No me gusta lo que está sucediendo en mi país. Se están poniendo en tela de juicio conquistas que a mi parecer tienen mucho que ver con asuntos relacionados con la libertad. Tras muchos años luchando contra moralidades restrictivas y pensamientos únicos vuelven por sus fueros las ideologías que imponen, las que no dialogan, aquellas que dictan que “las cosas son así y no hay discusión”.

Hace poco más de cuarenta años que dijimos adiós a una dictadura y todavía quedan nostálgicos que desearían su vuelta. Y lo que es peor: gente joven que ha vivido en democracia toda su vida suspira por la vuelta de un régimen que coarta libertades e impide el crecimiento del ser humano. No lo entiendo. No entiendo cómo el cabreo contra el actual gobierno lleva a la gente a abrazar políticas extremadamente conservadoras que fomentarán todavía más la división entre una sociedad bastante desgarrada.

Tengo la sensación de que líderes con pocos escrúpulos nos empujan cada día más al abismo y nosotros lo aceptamos con tal de que quede bien manifiesto el disgusto que nos subleva. El que más me inquieta es Pablo Casado, que alterna una sonrisa perenne con una dialéctica peligrosamente belicosa. Empiezo a tener años y no recuerdo una época tan oscura y tenebrosa. Todos hablan y nadie escucha. Dicen que todo lo hacen por los ciudadanos y es mentira. Incitan al odio con el único objetivo de hacerse con el poder. Es lo único que les importa.