Tras pasarme un fin de semana más dormido que despierto, arranco el lunes con una fuerza inusitada. Nada como descansar para ver la vida de otra manera. Le Pen ha perdido en Francia, así que no podemos empezar mejor el día. Luego leo en El Confidencial que Oded Galor, un economista al que no conocía, dice: “No creo que Europa esté en decadencia y la amenaza a las libertades la hará más fuerte”. Me gusta leer algo así. Últimamente, venía pensando que, si las tonterías que escucho desde hace ya demasiado tiempo suben todavía más alto el volumen, tendría que empezar a valorar la posibilidad de marcharme. ¿Adónde? A un sitio de playa, seguro, donde no exista el invierno y el único mandamiento sea que la bebida esté siempre fresca.