La relación entre estos dos chicos es una de las más interesantes que se han producido en toda la historia de ‘Gran Hermano’. Aritz se ha cansado de decir por activa y por pasiva –vaya expresión tan propia para hablar de estos temas– que no es gay. Y si él lo dice, no hay más que hablar. No me gusta que cuando alguien dice que no lo es insistamos machaconamente para que nos diga que sí. Pero la estrecha relación que mantiene con Han supongo que da lugar a equívocos. Está claro que son pareja pero no sabemos de qué clase. Se buscan, disfrutan cuando se encuentran, discuten, sufren cuando se distancian, valoran las reconciliaciones y gozan de una agradable complicidad en la cama. Tras varios meses de convivencia, Aritz, según sus propias palabras, “le ha cascado un beso a un tío”. Y añade: “Se me va de las manos. No sé lo que siento”. ¿Le convierte eso en gay? No. ¿Se habrá enterado dentro de la casa que lo es? Y yo que sé. El beso de Aritz a Han habrá dado munición a los que le tenían ganas al vasco para catalogarlo de gay. De gay reprimido. De cobarde. Yo prefiero esperar a que salga de la casa y se explique.