La gran sorpresa del documental es la aparición de Queca Campillo, histórica fotógrafa que trabajó en medios tan populares como el diario Pueblo o el semanario Tiempo. Cuenta Queca que conoció al Rey en una recepción, que se dio cuenta de que no le quitaba ojo y que al llegar a su casa recibió una llamada telefónica del monarca invitándola a que le visitara en la Zarzuela el día siguiente. Confiesa Queca que ahí empezó una relación sentimental que perduraría durante muchísimos años.

El primer recuerdo que tengo de ella es en el Museo Thyssen. Trabajaba en Tiempo y yo en Pronto. Me ayudó a colocarme el nudo de la corbata, que tampoco tengo yo muy claro qué hacía con corbata porque es un accesorio que nunca utilizo. Sería una fiesta.