El jueves me metí en la cama a las dos y media de la madrugada y me levanté a las seis y media para volar a Las Palmas de Gran Canaria, donde el viernes por la tarde presenté el nuevo IQOS3. Me encuentro en el acto con Cristina Ramos, la cantante canaria a la que le di un 'No' en 'Got Talent' y acaba de ganar 'La Voz México'. Siempre he tenido muy buen ojo. Menos mal que no me lo ha tenido en cuenta.
Charlo con ella, alterno con Aurah, veo a Anabel Pantoja, disfruto con Efecto Pasillo, me lo paso bomba y acabo la noche cerca de las ocho de la mañana. O sea, que me recogí bien prontito. Aprovecho para tomar un poco el sol y al ir para el aeropuerto me siento triste. Dejo atrás el sol canario para zambullirme de nuevo en el invierno peninsular. Menudo rollo. Pero vamos, que me quiten lo bailao. Canarias me da la vida y me rejuvenece. Me debo a sus islas y a su gente, con la que mantengo un romance eterno. ¡Ay, Canarias!