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Escribo estas líneas un domingo por la tarde desde el Caribe. Esta noche vuelvo a España con el estómago algo inquieto. Hace tiempo que no lloro y aquí he empezado a emocionarme escuchando algunas canciones. ¿Será que la vida quiere tomarse un café conmigo? A lo mejor en el avión de vuelta me toca un aeromozo simpático que me hace ojitos y tiene ganas de iniciar una aventura primaveral con tendencia a permanecer en el tiempo. Vuelvo a España tontorrón.