Esta frase te enseña qué es lo que jamás puede faltar en tu relación si quieres que sea duradera

¿Quieres que tu relación dure para siempre? Esto es lo que tienes que saber sobre el amor si quieres construir un vínculo saludable y duradero con tu pareja.

Celia Pérez
Celia Pérez León

Periodista especializa en lifestyle y cultura

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Instagram @cristipedroche

No es raro en el mundo del cine, las series e incluso en la literatura encontrar ejemplos de amor idílicos. “El amor lo puede todo”, ese es el mensaje principal que nos dejan toda clase de comedias románticas y películas donde el amor lo soluciona todo, lo es todo, y todo puede arreglarse gracias a él. En el mundo real, las cosas son muy diferentes.

Lejos de las creencias que muchos hemos tenido en algún momento sobre el amor romántico, las almas gemelas y todas estas idealizaciones populares, están las relaciones de verdad. Esas que duran años, que han pasado por muchas dificultades, en las que no faltan discusiones e incluso en las que alguna vez, una de las partes (cuando no las dos) ha cometido un error gigante. Esas relaciones son reales. No son perfectas. Pero son duraderas. Y la clave, está en la cita que te traigo hoy.

El amor todo lo puede

Qué extraño sería un mundo en el que, por el simple hecho de amar, todo se solucionara. Todo funcionara mejor. Todo se arreglara. Ese es, sin embargo, el mundo que nos venden en muchas obras de ficción. Aunque quien haya experimentado el enamoramiento y sus fases posteriores, sabe que está lejos de ser cierto. Siempre digo que el amor es un espejo cruel. Te enseña tus mejores atributos, pero también te permite ver tus peores defectos.

Sobre eso mismo trata el libro del que procede la frase que hoy nos ocupa, Una canción para ti, de Sarah Dassen. En él, la protagonista, Remy Starr, aborda temas de amor, confianza y las complejidades de las relaciones.

Remy es una joven cínica y pragmática en lo que respecta al amor, debido a las múltiples relaciones fallidas de su madre y su propia existencia. En un momento de introspección, en el que la autora nos deja entrever la evolución emocional y la lucha interna de la protagonista, Remy piensa: "El amor puede compensar muchas cosas, pero debe ser la mayor parte de la relación para que funcione."

Pero ¿qué significa realmente esta frase? Vamos a desmenuzarla un poco para comprender mejor lo que Dassen intentaba decirnos con ella.

Errores que compensar

Es evidente que no existe nadie en este mundo que haya nacido sin un solo defecto, que se haya desarrollado siendo un individuo perfectamente saludable, mental y físicamente, y que carezca del más mínimo defecto. O lo que es lo mismo: todos tenemos defectos. Esto, sin embargo, no nos impide mantener relaciones saludables.

De hecho, uno de los grandes problemas de nuestra era, del nos que nos advierten gran cantidad de expertos, es el miedo al compromiso.

Vivimos en la era de lo desechable, lo instantáneo y lo express. Y esto que aplicamos a las compras y el consumo, aplica también a las relaciones. Cada vez estamos menos dispuestos a invertir tiempo y energía en arreglar una relación, aprender a encajar con el otro, ceder y exigir, conocer a tu pareja, cuidar del vínculo. Y mientras esto siga sucediendo, mientras sigamos pensando que las relaciones son desechables, los defectos seguirán separándonos.

Porque, pasada la etapa del enamoramiento, descubrirás que tu pareja no es tan especial ni tan increíble como pensabas. Es una persona, normal y corriente, con sus virtudes y sus defectos. Solo si eres capaz de amarla, sobrevivirá la relación. Solo si “el amor puede compensar” esos defectos.

La base de la relación

La primera parte de la frase queda explicada, pero tras la coma viene una oración mucho más críptica. “Pero debe ser la mayor parte de la relación para que funcione”, afirma Dessen. Y con esta frase nos deja dos importantes reflexiones.

Para empezar, recalca la importancia de ese amor del que hablábamos antes. Hace falta mucho amor, del de verdad, no del de las relaciones idílicas y perfectas que pasean por las calles de una ciudad bohemia, para construir un vínculo fuerte. Amor del que se demuestra ante los momentos más complicados de la vida. Incluso cuando no se merece.

Pero hay una lectura mucho más importante de esta parte de la frase, y es la siguiente: el amor no solo puede servir para compensar errores, debe serlo todo en la relación. Debe ser la base sobre la que se sustente.

Esto quiere decir que el amor debe ser recíproco, debe basarse en el respeto, en la curiosidad mutua, en la admiración. Si el amor que sustenta la relación no es fuerte, el vínculo no lo será.

Y para eso, el primer paso es sanar, curar las heridas que arrastramos, para conseguir ofrecer a la otra persona un amor sólido, capaz de superar conflictos y problemas por medio del respeto, el diálogo y el cariño compartido. Porque, al final, solo quien ha aprendido a amarse a sí mismo puede amar bien a los demás.