Tipos de brochas de maquillaje y para qué usarlas: la guía definitiva y mejores compras

Toma nota del manual completo que necesitas tener en cuenta a la hora de comprar y usar brochas de maquillaje que consiguen un maquillaje profesional y duradero

Lauren Izquierdo
Lauren Izquierdo

Periodista especializada en moda y belleza

brochas de maquillaje
Gtres

Si hay algo que marca la diferencia en un maquillaje impecable, además de los productos, son las herramientas con las que los aplicamos. Y créeme, antes las pasaba por alto, ahora sé de lo que hablo. Porque, amigas, podemos tener la mejor base del mercado o el colorete más bonito, pero si no sabemos qué brocha usar, el resultado puede ser un auténtico desastre.

Por eso, hoy te traemos la guía definitiva sobre brochas de maquillaje. Desde las básicas hasta las más especializadas. Te explicamos cuáles son, para qué sirven y cómo usarlas para que consigas un acabado profesional sin complicaciones. No me digas que no suena bien.

Brochas para el rostro: el lienzo perfecto

  • Brocha plana. Ideal para bases líquidas, permite una cobertura alta con un acabado pulido. Se adapta especialmente bien a pieles mixtas o grasas, ya que ayuda a evitar el exceso de producto en zonas problemáticas.
  • Brocha kabuki. De cerdas densas y redondeadas, perfecta para bases en crema o líquidas. Deja un efecto natural y difuminado, como si la piel fuera de terciopelo. Además, si la usas con movimientos circulares, consigues un efecto aerógrafo que es pura fantasía.
  • Brocha tipo mofeta. Su combinación de cerdas largas y cortas proporciona un acabado ligero y jugoso, perfecto para bases más fluidas. Es una opción estrella para pieles secas o maduras, porque no arrastra ni reseca.

Brocha para corrector: adiós imperfecciones

Aquí no vale cualquier pincel, aunque hasta hace nada pensaras que sí. La brocha para corrector suele ser más pequeña y precisa para llegar a zonas como la ojera o los laterales de la nariz. Puedes elegir entre:

  • Brocha plana y compacta. Perfecta para aplicar el producto con precisión. Sirve también para tapar imperfecciones o manchas específicas.
  • Brocha de difuminar. Suaviza los bordes del corrector para que no haya cortes. Ideal si buscas un look natural y sin líneas marcadas. Truco: úsala también para aplicar iluminador en crema bajo la ceja. Maravilla pura.

Brocha para polvos: hola maquillaje profesional

Es grande, suave y suelta. Y sí, es una de las más agradables de usar. Sirve para sellar el maquillaje con polvos sueltos o compactos sin apelmazar ni resecar. Asegúrate de sacudir el exceso de producto antes de aplicar, para un acabado natural. Según el tipo de pelo (natural o sintético), el resultado puede cambiar: las naturales difuminan mejor, las sintéticas son más fáciles de limpiar.

Brocha para colorete: un poco de blush, por favor

Un clásico infalible. De tamaño medio y forma redondeada o biselada, te permite dar ese toquecito de rubor justo donde debe ir, sin parecer Heidi. Las de corte biselado se adaptan mejor al pómulo, mientras que las redondeadas permiten un acabado más difuminado y romántico.

Brocha para bronceador: efecto sol instantáneo

Suele ser más grande y aireada. Sirve para aplicar polvos bronceadores con naturalidad, marcando sutilmente mejillas, sienes y cuello. ¡Efecto sol instantáneo! Nuestro consejo es que escojas una de pelo suelto y de corte redondo si buscas un efecto sunkissed. Si tu rostro es cuadrado, aplica el bronceador con movimientos circulares suaves para suavizar los ángulos.

Brocha para iluminador: ¡hola, glow!

Aquí menos es más. Las brochas tipo abanico o pequeñas y sueltas aplican el glow justo para que te digan que no saben qué te has hecho, pero que estás radiante. Como consejo: úsala con movimientos ligeros y aplica en pómulos, tabique nasal, arco de cupido y un poquito sobre las cejas. El tipo de brocha para iluminador también dependerá de la textura del producto: polvo, líquido o crema.

Brocha para contorno: a lo Kim Kardashian

Compacta y biselada, ideal para esculpir. Ayuda a definir mejillas, mandíbula y frente con productos en crema o polvo. Porque todas tenemos un ángulo bueno, sólo hay que marcarlo. Para un rostro redondo, es ideal para dar profundidad justo debajo del hueso del pómulo.

Brochas según el uso: no todas sirven para todo

  • Para rostro completo: Kabuki, mofeta, brochas grandes y sueltas. Si buscas una herramienta multifuncional, apuesta por las brochas duo-fiber.
  • Para precisión: brochas pequeñas, planas o tipo boli. Te permiten aplicar producto justo donde lo necesitas: granitos, detalles, contorno de nariz, etc.
  • Para difuminar: brochas con cerdas sueltas y blanditas, tipo pincel. Son las mejores amigas de los acabados profesionales.

Brochas para ojos: el arte de la mirada

  • Brocha plana: Para aplicar sombra a toques. Cuanto más compacta, más intensidad. Perfecta para párpados móviles.
  • Brocha de difuminar: Blanda y suelta, ideal para transiciones suaves. Si la sombra no queda bien difuminada, todo el look se viene abajo.
  • Brocha tipo lápiz: Perfecta para detalles, como la cuenca o el lagrimal. También sirve para aplicar sombra en la línea inferior de pestañas.
  • Angulada para cejas o eyeliner: Precisión absoluta para delinear o rellenar. Si eres fan del delineado gráfico, necesitas una de estas sí o sí.

Brochas para labios: más allá del labial

Sí, existen y sí, marcan la diferencia. Una brocha para labios es finita, de punta redondeada o ligeramente puntiaguda. Ideal para perfilar y rellenar con precisión, especialmente si usas labiales líquidos o intensos. También puedes usarla para mezclar tonos o crear efecto ombré.

Brochas según el tipo de pelo: natural vs sintético

Elegir entre pelo natural o sintético es más que una cuestión de gustos: es clave para sacarle el máximo partido a tus productos. Y sí, puede que te suene a detalle menor, pero marca una diferencia abismal en el resultado final del maquillaje.

Pelo natural

Estas brochas están hechas, como su nombre indica, con pelo animal (normalmente de cabra, ardilla o pony). Son perfectas para aplicar productos en polvo como polvos sueltos, coloretes, sombras o iluminadores. ¿Por qué? Porque atrapan el pigmento y lo difuminan de forma suave y progresiva, como si fueras una profesional del backstage de una pasarela. 

Su textura suele ser más suave, lo que hace que trabajar con ellas sea un auténtico placer sensorial. Eso sí, al absorber más producto, hay que ir con cuidado para no acabar con exceso de color. Además, requieren una limpieza más cuidadosa y son menos recomendables si buscas opciones cruelty-free.

Pelo sintético

Fabricadas con fibras artificiales como el nylon o el taklon, estas brochas son el mejor aliado para productos en crema o líquidos. Bases, correctores, iluminadores líquidos... lo aplican todo sin absorber demasiado producto, lo que además es un plus para tu bolsillo. Son la opción ideal si tienes la piel sensible o buscas alternativas veganas. ¿Lo mejor? Se limpian con facilidad y se secan rápido, así que no hay excusas para tenerlas impecables. 

Actualmente, muchas marcas ofrecen brochas sintéticas de altísima calidad, tan suaves como las naturales, e incluso más duraderas. Algunas incluso mezclan ambos tipos de pelo (natural y sintético) en un mismo cabezal, combinando lo mejor de los dos mundos para ofrecer una aplicación versátil y controlada.

Por la longitud de la brocha: influyen más de lo que piensas

  • Corta. Mayor precisión, ideal para viajes. Caben en cualquier neceser y son más fáciles de controlar para principiantes.
  • Larga. Más control y manejo para trabajos detallados. Te dan más libertad de movimiento y son las favoritas de los maquilladores profesionales.

Por tipo de rostro: no todos necesitamos lo mismo

Cada cara tiene su historia y su brocha ideal. Y consejo de maquillador: escoger la herramienta adecuada según la forma de tu rostro transforma tu maquillaje por completo. No es lo mismo aplicar el colorete en un rostro redondo que en uno alargado, y los trucos de contorno también cambian según los ángulos y proporciones. ¿Las claves para acertar?

  • Rostro redondo. La clave está en estilizar y crear ángulos. Para eso, nada como una brocha angulada, compacta pero flexible. Úsala para contornear justo debajo del pómulo, trazando una línea oblicua desde la oreja hacia la comisura de los labios, sin llegar del todo. También puedes aplicar el colorete en diagonal, en lugar de hacerlo en la manzanita de la mejilla, para alargar visualmente el rostro. El iluminador, aplícalo en el centro de la frente y en el mentón para equilibrar volúmenes.
  • Rostro alargado. Aquí lo que buscamos es acortar ópticamente. Las brochas más grandes y suaves, especialmente las de forma redondeada, te ayudan a aplicar colorete de forma horizontal justo en la parte más carnosa de la mejilla. También puedes utilizar una brocha de polvos para aplicar un toque de bronceador en la frente y en la barbilla, difuminando muy bien, para crear equilibrio. Evita los trazos verticales y opta siempre por movimientos horizontales.
  • Rostro cuadrado. Este tipo de rostro destaca por su mandíbula definida y su frente amplia. Lo ideal es suavizar esos ángulos con la ayuda de brochas de cerdas sueltas, que difuminen sin marcar demasiado. Usa una brocha de contorno de corte redondeado para aplicar bronceador en forma de 3: empieza en la parte alta de la frente, pasa por el pómulo y termina en la mandíbula. El colorete se recomienda colocarlo ligeramente por encima del hueso del pómulo y con una brocha biselada, para levantar visualmente la zona.
  • Rostro en forma de corazón. Frente amplia y barbilla más estrecha. Aquí viene genial una brocha mediana para aplicar rubor en la parte baja del pómulo, y otra más pequeña para aplicar un poco de bronzer en las sienes, lo que ayuda a armonizar. Evita concentrar demasiado color en las mejillas o la barbilla.
  • Rostro ovalado. ¡Suerte la tuya! Es la forma considerada más armónica, así que puedes experimentar con casi cualquier brocha. Aun así, las brochas biseladas para colorete y las de abanico para iluminador son grandes aliadas para realzar sin recargar.

Toothbrush: la brocha revolucionaria

Sí, esa que parece un cepillo de dientes. Ultra densa, ultra precisa. Para base o contorno, ofrece un acabado airbrush. Es la favorita de muchas makeup lovers por su control absoluto. Se adapta como una segunda piel y su diseño ergonómico te permite llegar a cada rincón del rostro sin esfuerzo.

Las brochas más famosas del universo beauty

  • Real Techniques: Buenas, bonitas y asequibles. Las reinas del neceser. Sus sets son ideales para principiantes.
  • MAC: Profesionales y resistentes. Inversión segura. Algunas llevan más de una década en maletines de maquilladores top.
  • Sigma Beauty: Un lujo para las verdaderas adictas. Su tecnología patentada de fibras es de otro planeta.
  • Zoeva: Elegantes y eficaces. De esas que quieres enseñar. Su estética y su calidad conquistan a la primera.
  • Morphe: Conocidas por sus colaboraciones con influencers. Muchas opciones, buena calidad-precio.
  • Fenty Beauty: Sus brochas están diseñadas por y para mujeres reales. Incluyen la famosa brocha "shark tooth" para iluminador.

 

¿Cómo limpiar las brochas de maquillaje?

De nada sirve tener las mejores brochas del mercado si no las cuidamos como se merecen. Y no, no es exageración: unas brochas sucias pueden arruinar un maquillaje perfecto y, peor aún, convertirse en una pesadilla para tu piel. Piensa en todo lo que acumulan: restos de producto, grasa, células muertas, polvo ambiental... y sí, bacterias.

Si alguna vez has notado granitos, rojeces o irritaciones después de maquillarte, puede que la culpable no sea tu base, sino tu brocha. Así que, para evitarlo....

  • Lávalas una vez por semana con un jabón suave o champú neutro. También puedes usar productos específicos para brochas, pero el champú para bebés es una opción fantástica si buscas algo delicado. Para brochas que usas con productos en crema o base, lo ideal es limpiarlas incluso más seguido, cada 2-3 días si puedes.
  • Moja solo las cerdas, sin empapar el mango ni la virola (esa parte metálica que une el mango con las cerdas). Si entra agua ahí, con el tiempo se puede despegar o deteriorar el adhesivo interior.
  • Haz movimientos circulares suaves sobre la palma de la mano o sobre una alfombrilla especial de silicona con texturas que ayudan a desincrustar el producto. Verás cómo el agua se vuelve marrón (sí, eso también estaba en tu cara...).
  • Aclara bien hasta que el agua salga completamente limpia, sin restos de maquillaje ni espuma.
  • Escúrrelas con una toalla limpia, presionando sin retorcer, y luego déjalas secar boca abajo o en horizontal sobre una superficie plana. Si las dejas secar de pie, el agua puede colarse hacia el mango y dañar la brocha. Hay soportes especiales para secado invertido que puedes encontrar fácilmente online.
  • Evita el agua caliente y los secadores. El calor excesivo daña las fibras, tanto naturales como sintéticas, y puede deformar la forma original de la brocha. Siempre a temperatura ambiente y con cariño.