Que el maquillaje hace maravillas, lo sabemos todas. Pero a veces no imaginamos hasta que punto puede llegar a conseguir un efecto óptico casi impecable, algo que facilita mucho las cosas cuando queremos tapar o disimular algún que otro defecto o complejo. Para muchas, el párpado encapotado es uno de sus grandes problemas ya que deja una mirada caída y triste, y con falta de luminosidad.
Para este tipo de ojo es necesario agrandar y dar amplitud y luz a la zona, algo que, según Cristina Lobato, maquilladora profesional, se puede conseguir con unos sencillos trucos.
- Maquillamos y definimos bien la ceja para tener un punto de partida por el que guiarnos, y con el que empezar a estructurar el resto del maquillaje
- Aplicamos una prebase de sombras en el párpado móvil, esto hará que el color se fije mucho mejor y puedas unificar las tonalidades
- Elevar ligeramente el párpado superior con el dedo, sujetándolo desde la ceja. Este paso está pensando para marcar de guía el huesecito, y empezar a maquillar la zona en un marrón clarito como color de transición en toda la zona de la cuenca para dibujarla, desde el extremo del párpado hasta la cuenca
- Escoger otro tono ligeramente más oscuro para la transición, y aplicarlo con un pincel más finito para aportar mayor definición. Marcar con este la cuenca para crear una dimensión que en realidad no existe. Para ello iremos marcando desde el extremo hasta el lagrimal para crear ese efecto de lifting de párpados
- Escoger una sombra en crema para maquillar el párpado móvil. Este producto irá desde la falsa cuenca que hemos dibujado, para crear un párpado móvil mayor al que en realidad es.
- Sellamos con una sombra en polvo para que se fije mucho más, y maquillamos con una sombra marrón, difuminando el extremo del ojo para que todo quede bien integrado
- Por ultimo, e igual de importante, aplicar buen volumen en las pestañas. Esto ampliará la mira en cuestión de segundos, y sirve para esconder todo lo que hemos maquillado anteriormente
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